MADRID. “¡Guau!”, “¡qué lindo!”, “mirá qué maravilla”. Las frases y los ojos abiertos se combinaron en el instante mismo en el que los chicos de Fundamadrid ingresaron al estadio Santiago Bernabéu. Era algo soñado estar en el mismo recinto donde el Real Madrid juega, estar en la sede del equipo blanco dueño de diez “orejonas”, estar en el lugar que siempre quisieron conocer.
Eran las 3:00 de la tarde. Y los salvadoreños iniciaron la aventura de conocer el estadio merengue. Desde lo más alto, hasta el engramillado mismo. Nadie lo podía creer, pero era cierto y lo único que quedaba era devorarse en ese instante todo lo que se podía de la historia del club madridista.
De entrada, los muchachos llamaron la atención de los turistas afuera del estadio. Varios asiáticos les pidieron fotografiarse juntos, acompañados de la bandera nacional. Era una locura, y ellos las estrellas. Todos se amigaron y, sin entender el idioma, hablaron el del fútbol y eso los hizo retratarse en muchas cámaras a la vez. Era el principio de lo que mejor estaba por pasar.
Después, la guía que los llevó por el Tour del Bernabéu explicó la distribución del estadio, la capacidad del mismo y cómo los jugadores utilizan palcos asignados, lo cual despertó la curiosidad de los nacionales. Esto sobre todo cuando escucharon los nombres de Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos. “Mirá, aquel es…”, se escuchaba en murmullos al tiempo en que señalaban los espacios asignados a sus ídolos.
Después, conocer las copas, las leyendas, escuchar las bocinas de sonidos históricos, ver las botas de oro, mirar los escudos y las camisetas de los jugadores, hasta alcanzar la laureada parte del museo donde están las copas ganadas en Champions. “Haceme una foto, apuráte”, la frase más repetida frente a una vitrina de campeones.
Pero el pico máximo, sin embargo, era el momento preciso en que los salvadoreños bajaron hasta el engramillado, previo a sentarse en el palco presidencial unos minutos, un área vip reservada para lo más exclusivo, donde están incluidos los cuscatlecos.
Estar en la gramilla del Bernabéu, el área donde juega el primer equipo blanco, fue esa cereza del pastel. Las fotografías del recuerdo y las palabras de agradecimiento tanto de la Fundación del Real Madrid como de Fundamadrid cerraron un día emotivo. “Gracias por ayudarnos tanto, siempre nos complacen, por eso somos uno de los favoritos”, mencionó con tono agradable Enrique García Prieto, presidente de Fundamadrid, lo que derivó en risas de los chicos.
“Estoy muy emocionado, es un sueño cumplido estar en el Santiago Bernabéu, el estadio del mejor equipo”, manifestó Jorge Olivares.
“Estar acá, es un sueño hecho realidad. Muy alegre de conocer todo esto, es un privilegio la verdad”, dijo Juan Carlos Quintanilla.
El mismo sentir de todo un grupo de cuscatlecos que llevarán este recuerdo hasta el último día de su vida. Ese que se completarán hoy cuando vean el partido entre el Real Madrid, en ese mismo recinto, ante el Getafe, por la liga española.
Valdebebas abrió el día
Los salvadoreños tuvieron la posibilidad de entrenar, en horas de la mañana y con una temperatura bastante baja, en una de las canchas del Centro Deportivo en Valdebebas. Tres entrenadores estuvieron a cargo del grupo y les enseñaron técnicas para jugar, poniéndolas en práctica al hacer ejercicios y cerrar con un partido.
El trío de entrenadores terminó complacido por el comportamiento de los salvadoreños, a quienes felicitaron. Además, los incentivaron a luchar por sus sueños, al tiempo que los alabaron por algunas características natas de varios alumnos.
“Los entrenadores fueron muy amables, muy bonito todo lo que nos enseñaron. Nos enseñaron fue la manera correcta de cómo entrenar y fueron muy buena onda”, sostuvo David Hidalgo.
Por la noche, concluyeron con un corto torneo en el que jugaron mezclados con chicos de una Fundación de Madrid. De los cuatro partidos, todos los goles fueron anotados por los nacionales.