Los vínculos secretos Barcelona-River

 ¿Se imaginan a los jugadores del FC Barcelona sin sus rayas azulgranas, o a los de River Plate sin su banda diagonal roja?

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Miles de aficionados le han dado calor a River en Yokohama.

/ Foto Por edhdep

Por Tomado de FIFA.com

2015-12-19 9:40:00

Más de 10.000 kilómetros separan Cataluña de Buenos Aires y, hasta la fecha, no había ningún partido oficial registrado entre el FC Barcelona y River Plate. Sin embargo, aparte del hecho de que ambas instituciones son monumentos del deporte rey, existen numerosas relaciones entre los dos equipos finalistas de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2015.

A unas horas del desenlace del torneo, FIFA.com te propone descubrir –o redescubrir– algunas anécdotas que vinculan estrechamente a Blaugranas y Millonarios.

Once agentes dobles
La final de este domingo en Yokohama tendrá un sabor especial para un jugador de cada equipo. Javier Saviola, delantero de River Plate, y Javier Mascherano, defensa del Barcelona, vistieron la camiseta del equipo contrario entre 2001 y 2007, y entre 2003 y 2005, respectivamente. Ambos forman parte de una lista de 11 jugadores que han militado en los dos bandos. El centrocampista Florencio Caffaratti abrió el camino jugando en River en 1939/40, y en el Barça entre 1947 y 1949. El peruano Miguel Loayza lo hizo a continuación, seguido por el uruguayo Luis Cubilla, por los argentinos Juan Carlos Heredia, Juan Antonio Pizzi, Roberto Bonano, Juan Pablo Sorín y Maxi López; y por el chileno Alexis Sánchez.

Dos grandes golpes fallidos
Dicha lista podría haber contado con dos nombres más, y no poco ilustres, ya que una leyenda de cada club estuvo muy cerca de vestir la camiseta del otro. En 1953, el equipo blaugrana  negoció el traspaso de Alfredo Di Stéfano con River Plate, que era su club antes de que, con motivo de la suspensión de la liga argentina, recalase sin autorización en el Millonarios de Bogotá. Por su parte, el Real Madrid llegó a un acuerdo con el equipo colombiano, por lo que la Saeta rubia acabó siendo propiedad al mismo tiempo de dos eternos rivales.

La FIFA tuvo que intervenir para arreglar el conflicto, y nombró a Armando Muñoz Calero como mediador. El ex presidente de la Federación Española de Fútbol decidió que Di Stéfano jugase con el Madrid en las temporadas 1953/54 y 1955/56, y con el Barça en los cursos 1954/55 y 1956/57. Pero dicha decisión no satisfizo al equipo catalán, que, finalmente, revendió al gran rival sus derechos sobre el jugador. Don Alfredo sería elegido más tarde mejor jugador en la historia del conjunto madridista…

Puede que el Barça todavía esté tirándose de los pelos por aquello, pero la Banda Sangre también tuvo su gran golpe fallido. “Al final no sucedió, pero sí es verdad que se dio la posibilidad de jugar en River cuando yo era muy chiquito”, admitía recientemente a FIFA.com un tal… ¡Lionel Messi! En 2000, un Leo con 12 añitos llegó de Rosario para hacer una prueba con River. El ojeador Federico Vairo, ex jugador de los Millonarios, observó al niño en acción durante cuatro días y aconsejó a sus directivos que le hicieran firmar inmediatamente un contrato, viendo en él a una mezcla de Omar Sívori y Diego Armando Maradona. Pero fue en vano… La razón oficial sigue siendo hoy una incógnita. Ya fuese por la negativa de River a pagarle un tratamiento hormonal para su déficit de crecimiento, o la de su padre a dejar a su hijo en la pensión del club si no le ofrecían una casa y un trabajo, el caso es que, unos meses después, la Pulga recalaba en la Ciudad Condal. Y ya sabemos todos lo que pasó después…

La camiseta del rival a la espalda
Gran parte de la identidad de un club reside en su camiseta. ¿Se imaginan a los jugadores del FC Barcelona sin sus rayas azulgranas, o a los de River Plate sin su banda diagonal roja? Sin embargo, el cuadro argentino tuvo que avenirse en cierta ocasión a dejar de lado su remera fetiche.

En agosto de 1980, los Millonarios visitaron Barcelona para disputar el trofeo Joan Gamper. En el partido por el tercer puesto, se enfrentaban al PSV Eindhoven, y los organizadores les pidieron que cambiasen de uniforme, pues sus colores eran demasiado parecidos a los del equipo holandés. Pero dado que River sólo había viajado con su equipación habitual, sus jugadores se vieron obligados a vestir un juego de camisetas alternativo del club local, el FC Barcelona…