El Imperio de Santa Tecla cayó antes de tiempo y la Galaxia del Apertura 2015 busca un nuevo rey. FAS fue el encargado de usar la fuerza rebelde para destronar a los periquitos y aunque su viaje en el torneo tuvo altibajos cobró valor en el tramo final para sacar del camino al equipo de la década, Isidro Metapán.
La última batalla del tigre será hoy a las 3:00 de la tarde en el estadio Cuscatlán contra un Alianza que también libró con gallardía sus últimos compromisos y dos veces estuvo al borde de la eliminación.
Sin el campeón en pié habrá otro régimen en la Primera División, un nuevo orden. Los tigrillos sueñan con la corona 18, esa que dejaron escapar hace dos años. Aunque son los más laureados por el número de títulos, la sequía se ha extendido a seis años.
El último año del Tigre fue en el 2009. Curiosamente esa corona fue contra otro grande, el Águila por 3-2 y en una fecha como hoy (domingo 20 de diciembre). Y el héroe fue Juan Carlos Moscoso, jugador que emigró a la UES, luego de no entrar en los planes del cuerpo técnico, quedando atrás una trayectoria de 11 años en el cuadro asociado.
Para Alianza la tortura ha sido menor. Son cuatro años y medio de no alcanzar la gloria. Su último festejo fue a costa de su rival de turno, FAS, en el Clausura 2011 cuando venció 2-1. Sin embargo, en la última final que estuvo le tocó estar del lado oscuro al caer contra Metapán por los penales (5-4), luego de firmar el empate 1-1 en 120 minutos.
El partido número 27 del torneo encuentra a dos equipos que no pintaban como los favoritos. Alianza fue tercero en la general y FAS quinto.
Cada equipo tuvo a sus héroes en las rondas previas, de cuartos y semifinales. El equipo de Alberto Castillo se apoyó en Walter “Pery” Martínez. Su doblete ante Santa Tecla y otro ante Metapán fueron clave. Por Alianza, Rodolfo Zelaya, pese a que estuvo bien marcado contra Chalatenango y se fue en blanco, demostró por qué fue uno de los mejores artilleros del torneo cuando tocó definir el pase ante Águila en el Barraza. Su gol desbarató los planes de los emplumados que soñaban con jugar el clásico nacional en la final. Aunque también fueron importantes los goles de sus compañeros Jonathan Philippe y Juan Carlos Portillo. Sin el aporte de ambos la hazaña no habría sido posible.
Los dos equipos finalistas llegan al duelo como los caballeros Jedi. Ninguno querrá ser seducido al lado oscuro y quedar subcampeón porque la premisa es de “los segundos, nadie se acuerda”.
En Alianza no se olvida que el último juego definitorio ante FAS y en el Cuscatlán se perdió desde el lanzamiento de los doce pasos. No estaba en juego una Copa si no una clasificación a semifinales. El pasado 6 de mayo hubo empate de 2-2 en 120 minutos y FAS fue efectivo en los penales al imponerse 6-5.
Pero en esta final hay muchas motivaciones. Los técnicos tienen en juego el prestigio. El peruano Alberto Castillo es recordado como el DT de las cinco copas y una de esas se las ganó al Alianza en una final imborrable porque fue por paliza (4-0 en el Clausura 2002). Rubén Alonso sabe qué se siente ser campeón como jugador (1986/87) y técnico en Alianza (Apertura 1998). Sin embargo, el timonel uruguayo también sabe qué es perder una final contra “Chochera” como sucedió en el Apertura 2002 cuando dirigía al San Salvador que no pudo ante el tigre por 1-3.
La cereza al pastel, para dos equipos hambrientos de mayor gloria, es anotarse en la próxima Liga de Campeones de Concacaf 2016/2017. El más urgido de los dos por regresar a este torneo regional es el cuadro albo porque en 2011 fracasó al no llegar a fase de grupos. En ronda previa fue despachado por el FC Dallas con dos derrotas idénticas de 1-0.
Pero antes que soñar en Concachampions, antes deben asegurar quién será el nuevo monarca del Imperio. Alianza ha superado con creces las lesiones en su plantel. Danny Torres presentó mejoría esta semana al igual que Rodrigo Rivera, quien necesitó de terapias.
Los albos cerraron su preparación en la cancha de la Fesfut, alejados del ruido del entorno del Cuscatlán.
Sus jugadores dicen estar motivados al tope. El volante Juan “Cabra” Portillo, uno de los refuerzos este torneo, señaló: “Sabemos que es un partido muy importante para las aspiraciones que tiene el grupo, cuerpo técnico y afición, tendremos enfrente a un gran rival y tenemos que dejarlo todo en la cancha. La mentalidad es terminar el juego en 90 minutos pero si no se puede hasta donde se llegue, sean 120 minutos o penales. Si algo aprendimos en los juegos anteriores contra Chalate y Águila es no dar nada por perdido, luchar hasta el último minuto”.
Y el defensa Andrés Flores Jaco agregó que “la preparción técnica y táctica ya está, solo queda lo mental. Siempre que hay un partido, me lo imagino una noche antes. No me veo celebrando el título porque sé antes hay que jugarlo”.