No fue una final con brillo como se hubiese esperado pero el objetivo se cumplió en Alianza, ganar aunque sea con garra y contra su archirrival histórico FAS. El Cuscatlán vibró como hace cuatro años atrás, con aficionados colgados en la malla ciclón, jugadores bailando, abrazos y muchas fotos con los protagonistas.
Para unos elementos blancos fue una revancha por la final perdida en 2012 ante Metapán (Ramón de Paz, Danny Torres, Rudy Valencia y Rodolfo Zelaya y Emerson Véliz, quien en esta oportunidad no jugó).
Para “Fito” Zelaya hubo sentimientos encontrados. Por una parte irradiaba felicidad pero cuando era entrevistado reconocía que se sentía mal por no terminar el partido, luego de sufrir una lesión en la pierna izquierda.
“Es lindo salir por segunda ocasión campeón en Alianza y más por esta afición que nos apoya en las buenas y malas… Me voy molesto conmigo mismo por la lesión pero el compañero que entró lo hizo bien”. Ante la consulta si se ve de nuevo en Selección, dijo: “yo estoy contento con Alianza, disfruto este título que no se gana todos los días y no pienso en Selección”.
Juan Carlos “Cabra” Portillo celebró con Rodrigo Rivera, ambos llegaron del extinto Juventud a Alianza y fueron clave en el torneo. Así reaccionaron…
“El profe inculcó un sentimiento, el amor por la camisa. Trato de contribuir al equipo y eso es lo más importante y qué bien por Ramón de Paz que es un líder dentro y fuera de la cancha en Alianza”, dijo Portillo.
Para Rivera “por allí había unos que no daban nada por nosotros pero le doy gracias a nuestra afición que siempre nos apoyó”.
El portero Óscar Arroyo, quien tiene un pasado fasista, comentó que Alianza calló bocas. “Teníamos una espinita con ellos (FAS) porque nos dejaron fuera el torneo pasado. Ahora en esta final lo disfruté más porque fue contra FAS. En el torneo tuvimos baches, algunos no creían y al final callamos muchas bocas”.
El colombiano Iván Garrido, quien tuvo un buen torneo, lució una bandera de su país. Dijo que cumplió un sueño. “Cuando me contrataron comencé a leer mucho de la historia de Alianza, que no llegaba a un equipo más si no a un grande de El Salvador. Quería ser campeón y lo logro gracias a la familia de este equipo, técnicos y jugadores y por su grande afición”.
Entre los que más festejaban estaba Adonai Martínez, asistente técnico. Es un referente albo.
“Este título tiene trascendencia, gracias a Dios con la llegada de Alonso, “Tigana” Meléndez, “Chepe” Martínez y yo, que somos de casa, amamos a esta institución y los muchachos entendieron el mensaje. La mística de Alianza hay que cuidarla. 14 años después vuelvo a sentir una blanca navidad”.