“Zarco” juega al despiste

La Selecta hizo fútbol este miércoles en Curazao... pero no hay un 11 claro. Rodríguez podría apostarle a jugar con dos en punta.

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Por lo visto en los entrenos, poco se sabe de lo que puede mostrar el Zarco en su once titular el viernes. Foto EDH

Por Carlos López Vides, enviado especial a Willemstad, Curazao | Twitter: @celvides

2015-09-02 7:41:00

“Es bueno cuando los jugadores no quieren que termine la práctica, eso significa que se sienten bien, y que les gustó”. Frase del “Zarco” Rodríguez al terminar el entreno de este miércoles en el campo sintético del Vestad, en Willemstad, Curazao. Frase para cerrar una práctica intensa, de más de dos horas, donde aparte del trabajo físico se hizo énfasis en el toque corto y firme abajo, ejercicios con pelota parada, tiros de media distancia y, por supuesto, un parado táctico.

Es en este último apartado donde el técnico principal jugó al despiste. En las horas previas a este entreno, se manejaba un 11 interesante, con muchos cambios respecto al equipo que venía ocupando el técnico anterior, el catalán Albert Roca. El mismo Rodríguez deslizó algunos nombres; otros, llegaron desde algunos jugadores o miembros del cuerpo técnico.

Ese once era, fuera de la duda del arquero, así: un 4-4-1-1, con “Caballito” Álvarez por derecha, Mendoza y Barrios como centrales más Marlon Cornejo por izquierda; como contenciones, Cerén y Renderos; “Ruso” Flores como extremo por derecha y Álex Larín al otro lado; Sosa o Punyed como enganches y el joven “Puma” Peña en punta.

Ese es el 11 que se esperaba en la práctica vespertina. Pero no. Rodríguez sorprendió con un 4-4-2 muy diferente. Aunque, ahora sí, quedó resuelta la pregunta de quién atajará: se vio a Henry Hernández trabajando más intensamente con el preparador de arqueros Raúl García, y pinta más para el de Metapán que para “Motor” Contreras.

Además de Hernández, los 10 en cancha que paró como posible 11 titular Rodríguez fueron los siguientes, con un 4-4-2: Ibsen Castro por derecha; Xavi García y Mendoza como defensas centrales y Larín por la zurda; Richard Menjívar y el joven Narciso Orellana para recuperar; siempre Flores por derecha pero ahora Jaime Alas por izquierda, y en punta dos elementos: Tony Rugamas e Irvin Herrera.

En el equipo “suplente” estuvieron muchos legionarios, como Punyed, Álvarez, Cerén… y se jugó un partido con intensidad, a buen ritmo y siempre con los gritos enérgicos de Rodríguez y Hugo Pérez, que demandaban la concentración para mantener la pelota a ras de piso. 
Y para terminar de poner de cabeza el rompecabezas para Kluivert y su ejército de auxiliares, Rodríguez acabó haciendo fútbol con este 11: Hernández al marco; línea de cuatro con Álvarez-Mendoza-Barrios-García (sí, con perfil cambiado); otros cuatro con Flores-Cerén-Renderos-Larín; Punyed de enganche y, ahora sí, “Puma” peña arriba.

La parte final del entrenamiento estuvo dedicada a ensayos de larga distancia, tanto a pelota en movimiento como en tiros libres. Rodríguez llamó a los especialistas en el ramo, quienes “castigaron” a Hernández y Contreras con un concierto de golazos a pelota quieta. Especialmente “pulsudos” estuvieron Jaime Alas y Darwin Cerén; pero también anduvieron finos Álvarez, Larín y Sosa.

Cayó la noche en Willemstad y terminaron ensayando con la iluminación artificial del estadio Joao Matilda. Ahí se dio la frase de Rodríguez, y era cierto: muchos no querían salir del campo. Querían seguir. Era una forma de matar las ansias. El juego está a solo unas horas… y, por ahora, “el Zarco” juega al despiste.