“Si bo por soña, bo por logra”. La frase está en papiamento, el idioma de los isleños. Es un mensaje en una valla de Curazao, y quiere decir: “Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”. Resume bien el sentimiento de la selección local, que se siente capaz de cosas grandes más que nunca: sueñan porque tienen a Patrick Kluivert, ex figura de Holanda, Barcelona, Ajax y Milán, también ex asistente de Louis Van Gaal, como técnico; sueñan, porque la base de sus jugadores está en Europa, con elementos formados en clubes del Viejo Continente; sueñan, porque vienen de eliminar a Cuba, a pesar de no ser favoritos.
Sueñan que lo pueden lograr porque, además, perciben que El Salvador está lejos de sus dos participaciones mundialistas, que datan de 1970 y 1982. Saben que el técnico Jorge “Zarco” Rodríguez es interino, que se cortó el trabajo que traía el español Albert Roca en los últimos 14 meses, y que la Selecta no ha tenido mucho tiempo de trabajo conjunto como para enfrentar esta serie a visita recíproca, que se consumará entre este viernes en el Ergilio Hato y el 8 de septiembre en el Cuscatlán.
Al otro lado del sueño está la siguiente fase hacia Rusia 2018, donde ya esperan México y Honduras, más el ganador de la serie Canadá-Belice. Por supuesto, es sueño compartido. El Salvador también se atreve a soñar, a pesar de las circunstancias.
La Selecta también siente que lo puede lograr. Con un cuerpo técnico comandado 100% por nacionales (salvo el videólogo español Pablo Muñiz) y con Rodríguez a la cabeza, desde el técnico principal han permeado hacia los futbolistas ideas como compromiso, responsabilidad, orden táctico, toque a ras de piso, armar jugadas de dos contra uno, no ir al choque con los caribeños, hacer daño por las bandas, aprovechar las jugadas tácticas, coraje por los colores…
Ha sido un combo intenso y rápido de ideas y emociones desde “el Zarco” hasta el grupo. Esta noche, en el Ergilio Hato, con una temperatura de quizá 32 grados y mucha humedad, y con un fuerte viento caribeño, será la hora de la verdad.
“El futbolista salvadoreño tiene calidad y talento, pero debe demostrarlo”, dice Rodríguez, quien aceptó hacerla de “bombero” para esta serie y luego regresará a dirigir al Isidro Metapán. Ha dormido poco el de San Alejo en las últimas noches, y no por nervios (asegura), sino por el compromiso intenso de querer hacer bien su trabajo.
En parte de la interna salvadoreña se percibe la misma intensidad de Rodríguez; en otros, hay dudas por el poco tiempo de trabajo; en algunos hay resquemor porque habrá cambios respecto a la base que ocupaba Roca, que le apostaba a los legionarios; y en algunos más está la convicción de que no deben “confiarse” como les pasó en la serie anterior, ante St. Kitts y Nevis.
Solo Rodríguez sabe el 11 que saldrá este viernes al pasto sintético del Ergilio Hato, pero las pistas arrojadas en los últimos días llevan a este cuadro titular: Henry Hernández en la meta; Francisco “Caballito” Álvarez por derecha y a la izquierda estaría entre Marlon Cornejo o Xavi García, y como centrales Álex Mendoza y Jonathan Barrios. Para “morder” en la media estarían Raúl “Perro” Renderos y Darwin Cerén; por las puntas saldrían Álex “Cacho” Larín (a la zurda) y Andrés “Ruso” Flores en la derecha. Como mediapunta, Punyed o Sosa; y adelante “Puma” Peña, quien haría su debut absoluto como seleccionado mayor.
La mayor parte de los últimos días fueron más de analizar videos y de charlas que de trabajo en cancha. “Es normal”, como dice Rodríguez, porque la idea es que entiendan la idea, justamente, y al chilazo. En todo caso, y cuando ya ruede la pelota, los pizarrones saltarán por los aires. Las pantallas no visten de corto. Será hora de poner corazón en Curazao, Selecta.