Ahorraron, pidieron permiso en sus trabajos y viajaron a esta isla caribeña, ubicada a 50 kilómetros al norte de las costas de Venezuela, solo por la pasión de seguir de cerca a la Azul y Blanco: son Joel Bonilla, ingeniero agrónomo de 29 años; y Fernando Duarte, chef de 33.
Animados desde ya para apoyar a la Azul con banderas y gritos el viernes, dieron sus pronósticos. Bonilla: “Uff… 1-0. Esperemos que Arturo Álvarez tenga una noche increíble y nos haga triunfar”. Y el análisis de Duarte: “Esperemos que los muchachos hagan bien las cosas. Yo esperaría un 2-0. Dependerá mucho de lo que ponga el profe adelante, esperaría que Irvin (Herrera) anote un parsito” de goles.
El amor por los colores siempre está, a pesar de los altos costos de este turístico rincón. “Es una encantadora, un paraíso… sí te zocan un poquito el cuello los precios, pero vale la pena, es un lugar maravilloso”, dice Bonilla, quien junto a otros amigos se está hospedando en el mismo Hotel Holiday que la Selección.
“Haciendo el esfuerzito hicimos un poquito de ahorro y nos venimos, todo sea por apoyar a la Selección”, finaliza Duarte, quien como buen chef espera que la Selecta “cocine” a Curazao en la ruta a Rusia 2018.