Con un marco espectacular de aficionados, y en condiciones similares, llegaron los “cocoteros” y los “alacranes” a la octava fecha. Tras haber saboreado por fin las mieles de la victoria, el Ana Mercedes Campos estaba casi en un 90 por ciento lleno, y las expectativas eran grandes. El que ganara dejaba el sótano para el otro.
Ya más acoplados, tanto el fútbol de Sonsonate como de Chalatenango se ve más fluido y ordenado. Comenzó mejor la visita, muy bien plantado atrás, y con buena salida por las bandas. Mientras que el equipo local carecía de un armador nato, de alguien que hiciera la diferencia, y especulaba un poco más con el pelotazo para tratar de explotar la velocidad de William Guerrero, o buscar por arriba a Augusto Do Carmo.
La primera ocasión se la creó Óscar Rodríguez. El volante por izquierda de los “norteños” arrancó en su campo, devoró terreno y a fuerza de velocidad fue dejando rivales. Ya en la frontal del área, probó con un remate que se le fue desviado. Era el primer aviso.
Respondió con un remate suave Díaz Pimentel, pero a las manos del meta visitante Ismael Villadares.
Pasados los minutos de estudio, era el conjunto local el que se parecía el más asentado en el campo. En una acción de peligro, Marcos Rodríguez le quebró la cintura Ha guardado, y sacó un buen centro a punto penal, a donde llegaba a cabecear Do Carmo, pero lo anticipó a tiempo Ascencio para evitar un susto.
En una jugada que no llevaba mucho, bajaron al debutante “morado” Pablo Hütt. Del tiro libre, sobre el 13’, sacó oro Chalate, porque los locales perdieron la marca y Miguel Solís les ganó la posición para cabecear con comodidad y poner a festejar a la barra visitante.
Fue un balde de agua fría para un Sonsonate que había comenzado a dominar el partido. Tras ello, se cayó un poco, pero con algunas jugadas individuales volvió a entrar en el juego.
Sobre el 17’, una falta sobre Luis Guerrero, al borde del área, permitió que López cobrara un tiro libre peligroso. Lo quiso colocar al poste que le quedaba más lejos, y obligó el vuelo del meta chalateco Valladares, quien salvó de puños y mandó la bola al tiro de esquina.
Así, a cuentagotas y con algunas individualidades, llegaba Sonsonate. Los dos Guerrero eran los más desequilibrantes, pero no encontraban arriba a Do Carmo, y tenían que recurrir, desde la defensa para salir, al balón largo.
La fórmula no había complicado nunca en el partido a los “norteños”, más cuando Messías y Solías tienen buen porte y despejaban con facilidad. Más bien Hütt y, sobre todo, Bladimir Díaz eran los que inquietaban del otro lado de la cancha.
Sin embargo, en un pelotazo, un balón profundo de López a las espaldas de Solís y Ascencio, encontró en buena posición a Luis Guerrero, quien tuvo tiempo y espacio para avanzar unos metros, esperar a que la pelota le bajara y armarse tranquilo para cruzar al meta Valladares con un potente derechazo que besó las redes en el palo opuesto del meta.
Tras el empate, el partido se volvió algo trabado, y contribuyó que hubo varias faltas fuertes no sancionadas. Le dieron a Hütt dos veces y en la cara, y él fue el amonestado por supuestamente fingir. Le dieron a Fredy González por atrás, pero el réferi dijo “juegue” y la acción casi termina en una gran contra “morada”. Por suerte, los mismos jugadores se calmaron y, a partir del 40’, volvió el fútbol.
En ese momento, Luis Guerrero se escapó por derecha y sacó un centro al área a donde el más pequeño de los “cocoteros”, Rodríguez, increíblemente les ganó la posición al anticipar y cabecear con mucho peligro, pero el balón pasó besando por fuera uno de los postes.
El complemento
Para la segunda mitad, salió mejor el Sonsonate, que estuvo cerca al 59’ con un remate de media distancia de William Guerrero, y luego, tuvo otra ocasión que fue mal señalada. Estaba en posición adelantada, al 61’, pero el balón venía de un chalateco. Se equivocó el línea y avaló el réferi.
Por su parte, Chalate fue llevando también cierto peligro, siempre con juego raso y por las bandas, pero los centros eran bien rechazados por la defensa del cuadro occidental.
El partido cada vez se veía más cerrado y las opciones no fluían. De hecho, el segundo cambio chalateco fue de corte más defensivo, y parecía que se cerraría en la búsqueda del punto. Sin embargo, a falta de 15 minutos la situación cambió radicalmente.
Y es que de un intento de pase filtrado de William Guerrero llegó la barrida de Miguel Solís, pero en lugar de servirle, dejó en inmejorable posición a Élmer Abarca, quien tenía unos minutos en cancha. El jugador apareció solo por izquierda y definió con calma para poner a ganar a los cocoteros.
Después, administró bien el tiempo el conjunto local, casi no sufrió y hasta llevó un poco de peligro de vez en cuando, sobre todo con William Guerrero, de los más destacados del juego. Sobre el 81’, pidieron penal en un tiro de Carlos Ayala, después de que un defensa barriera el balón y en la siguiente acción estuviera cerca de equivocarse. El réferi estaba cerca y no lo señaló.
Tuvo una última el Chalatenango, en un tiro libre en la frontal del área, pero no fue aprovechado por Solís. Triunfo para los locales, que han sumado en los últimos cuatro partidos.