¿Y qué viene ahora?

Luego de superar el escollo que significó el equipo de Curazao, viene ahora lo más difícil para la Selecta

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Foto Por edhdep

Por Manuel Cañadas | Twitter: @Memecanadas

2015-09-10 7:39:00

El resultado se logró ante Curazao y en consecuencia estamos clasificados para la siguiente ronda mundialista, donde nos tocará enfrentar a México, Honduras y Canadá. Y como que tal situación le diera la razón a la FESFUT, donde parece predominar la idea de que en el camino es donde deben arreglarse las maletas. Eso se deduce de la forma irresponsable como manejaron lo de la renuncia de Albert Roca y la indolencia que mostraron al darle largas al nuevo seleccionador.

Por eso no está de más pedirles seriedad en la nueva etapa que se viene. Y es que no podemos obviar que ante Curazao ganamos porque el rival era muy malo y no pudimos oponer una resistencia acorde con las circunstancias, pues fuimos dominados en la mayor parte de los dos partidos, lo cual no fue producto de un sistema, sino de la impotencia, ya que no pudimos esbozar un estilo, sin esos principios futbolísticos que hemos detentado en el pasado, aunque con equipo inferiores, como el desmarque, el toque, la circulación y la personalidad.

Se ganó y eso es lo que debe contar, pero se dieron numerosas ventajas porque la mayoría de nuestros jugadores, al tener la pelota no sabía que hacer con ella comenzando por los supuestamente creativos que son Arturo Álvarez y Pablo Punyed, no obstante surgió con mayor proyección Richard Menjívar. Para nuestra satisfacción los caribeños no saben definir, de lo contario otro fuera el cuento, ya que cuando se fueron encima y comenzaron a tirar centros llovidos, el peligro fue latente. Henry Hernández con todo y sus dudas, estuvo atento y logró neutralizar varias pelotas; en tales condiciones, quedaba como recurso el contrataque pero no pudimos iniciarlo y mucho menos culminarlo, porque carecimos de fuerzas, ideas y menos iniciativa.

El gol de Jonathan Barrios fue providencial pero paradójicamente motivó más al rival ante lo cual, los nuestros parecieron conformarse, denotando timidez pues no existen caudillos con actitudes contagiantes para la luchas, instancias indispensables para disponer al colectivo en tal sentido. Eso dio paso a las aventuras personales, la carencia de criterios para administrar la pelota y por sobre todo a las imprecisiones.

Por fortuna ese gol llegó en un momento clave, pero inexplicablemente el apoyo del público incidió más en el ánimo de los jugadores visitantes y por momentos pudieron dañarnos.Dichosamente los hombres del fondo supieron controlar las jugadas a ras de piso pues en el aéreas se vieron superados, sin embargo contamos a nuestro favor la nula capacidad de los antillanos en el cabeceo ofensivo. Ahora estamos en la siguiente ronda pero no podemos ignorar la falta de estilo, las incoherencias y una pobre ofensiva ante un cuadro de bajo nivel pero con ansias de trascender.

Estamos vivos en la competencia y eso es lo plausible y ahora más que nunca debemos alentar la serenidad y las soluciones racionales. No es como para pretender un equipo fuera de serie, sino uno sin tantas caídas y tensiones, integrado por jugadores que sepan que hacer en los tiros libres con jugadas preconcebidas y con efectividad, que no les queme la pelota, que acudan con mayor constancia y precisión a los tiros de media y larga distancia, que sepan tomar una línea de fondo y hagan centros decentes, y que además muestren personalidad y concentración.

Estamos a dos meses tres días del primer encuentro ante México y no se sabe si será en el Azteca o en otro estadio, y la dirigencia debe saber que un funcionamiento como el mostrado ante Curazao, podría provocarnos una debacle. Que los días venideros sirvan para iluminarlos y les inspiren las medidas correctivas necesarias. Si los otros equipos en contienda se preparan con insistencia, también debemos hacerlo nosotros. No podemos cerrar los ojos a la esperanza, pero tampoco debemos pisotearla.