En las últimas dos décadas del fútbol salvadoreño se han escuchado dos jugadores con el apodo de “Caballito”. Uno es Francisco Jovel Álvarez, de Metapán y Selección. Pero el primero fue René Alexander Ramos, aunque ese no era su apodo original.
“Soy oriundo de Apopa y allí me conocían como Lobo o Lobito, pero como me fui un tiempo a vivir con mi mamá en la colonia 5 de noviembre y me iba a jugar con un primo a la Don Rúa, me comenzaron a decir Caballito porque a él lo apodaban Caballo”, explicó.
Por 14 años jugó profesionalmente. Se dio a conocer con el equipo de Tercera, San José Las Flores de Apopa, donde fue tomado en cuenta para la Selección Sub-20 en 1994 por el técnico Raúl Magaña. “Cuando regresé de jugar con esa selección juvenil, en mi casa me dieron la sorpresa que ya me había comprado Alianza. Tenía 20 años”, explicó.
Pocas oportunidades
Llegó al Alianza en el Clausura 1999, pero con la reserva, dirigida por Mario Figueroa y Juan Carlos Carreño. René era delantero en un principio y fue promovido por “Chelona” Rodríguez al equipo mayor. “Recuerdo que debuté 10 o 15 minutos en un juego contra el ADET en el Cuscatlán y lo ganamos 2-1”.
No tenía oportunidades en ese Alianza y se marchó al Santa Clara donde coincidió con Adrián La Cruz y Nelson Rojas, dos exalbos.
“Con Santa Clara me gustó el puesto de lateral derecho, tenía velocidad y en ese puesto me di a conocer del todo”, explicó.
En el Clausura 2001 integró las filas de San Luis pero solo estuvo un mes y se marchó a Chalatenango de Segunda y jugó semifinales contra Isidro Metapán, pero fue eliminado su equipo. Su buena actuación y por el contacto del directivo Hugo Urbina llegó a un Metapán que en el Apertura 2001 fue benjamín.
“Con Metapán viví mi mejor momento futbolístico. Compartí con buenos jugadores, por ejemplo Jorge Wagner, Fito Menéndez, Claudio Passadi, Diego Álvarez, Prado, Oyarbide, Juan Carlos Reyes, Bazzano, Bandera, Bicca…”.
“Después que nos decían el equipo del casi, casi, llegamos a una final en 2005 contra Vista Hermosa y perdimos. Después me fui a Chalate y regresé en 2007 a Metapán donde derrotamos a Firpo en la final. Fui clave cuando cometí falta sobre Leguizamón y el árbitro no señaló penal porque si nos marcaban, perdíamos”, explicó.
“Me precipité al irme a EE. UU. en 2007 porque estaba en mi mejor momento y volví en 2009 con Balboa”. También pasó por Once Municipal, retornó a x y ganó un título en 2011 y cerró su carrera con Juventud Independiente en 2012.
¿Qué hace?
Después de recuperarse de una luxación en el hombro y quedar fuera de Juventud Independiente, su último equipo en Primera en el Apertura 2012, Ramos puso un negocio de comida en Metapán, conocido como “Mono Loco”.
Pero no le fue a bien a su familia y decidieron viajar definitivamente a la ciudad de San Francisco, EE.UU., donde residen hasta la fecha.
“Trabajo en una bodega, donde descargamos un producto chino, con la que se fabrican las botellas plásticas de sodas y rehidratantes. Mi jefe es de China. De lunes a viernes estoy laborando, de 8:00 a 5:00 de la tarde”, contó Ramos.
Los fines de semana aprovecha para jugar en un equipo de fútbol, llamado “Farolito”. El próximo domingo disputarán la final del torneo de Liga Ametur en un miniestadio en el parque Balboa de San Francisco.
René ya tiene casi tres años de no volver al país. Sueña con capacitarse para entrenador. “Sí me gustaría ser entrenador, capacitarme y ejercerlo, muchos de los excompañeros están metidos en eso, me llama la atención. Si fuera a El Salvador, sacaría esos cursos de técnico”, apuntó.