TWICKENHAM - Dos ítems en los que los hinchas ingleses podrán regalar sonrisas: la estupenda, imponente, emotiva ceremonia inaugural y el resultado final. Nada más. Porque el juego de Inglaterra, en su debut mundialista, no logró inflar el pecho de sus seguidores. Es cierto que terminó festejando por 35-11 ante el partenaire Fiji, pero la realidad es que selló su primer boletín con un “no satifactorio” en rendimiento.
La Rosa pegó de entrada. Su apertura George Ford clavó el primer puñal con un penal de los dos minutos. Y a la herida provocada por el Diez le siguió un try penal a los 12, que se convirtió en el try más rápido en la historia de los debuts mundialistas. Además, en esa jugada fue amonestado el medio scrum isleño Nikola Matawalu.
Con la chapa 10-0 y con un jugador más en cancha, Inglaterra, con un juego prolijo aunque carente de ideas, aprovechó el descontrol de su rival para golpear de nuevo. Robó un line en cinco yardas fijianos y tiró un pasamanos que terminó del otro lado de la cancha con Mike Brown despatarrado en el ingoal. Y Twickenham de tiñó de rosa.
Pero la diferencia en el resultado relajó al local. Fiji ajustó sus engranajes, relajó su locura, se adueño de la pelota y comenzó a llenar de preguntas a los ingleses. A los 26, pedido de TMO mediante -se abusó de ellos-, un knock on en el ingoal del dueño de casa dejó sin festejo a Matawalu, después de una brillante jugada individual que nació en la base de un scrum en mitad de cancha -floja marca inglesa-.
Fiji ya era más que su rival. Y tuvo premio. A los 29, su apertura Ben Volavola tiró un kick cruzado con destino de ingoal y el que fue a atrapar el envío, ganándole en las alturas a Watson, fue la bestia Nemani Nadolo (15-5).
La conquista del wing, sumado al murmullo de la gente, despertó al local, que contestó con otro penal de Ford. Pero Fiji no se quedó atrás y le pagó con la misma moneda para cerrar el telón del PT con un ¿sorpresivo? 18-8 y con mayor dominio territorial que el anfitrión (56% a 44%).
En los compases iniciales del segundo tiempo Inglaterra arrancó de cuajo estos números. Se hizo dueño del terreno y de la pelota. Pero no supo proponer nada productivo. Y Fiji, el poco tiempo en el que la tuvo entre sus manos, cometió errores infantiles, casi grotescos.
El que se siguió luciendo fue Nadolo. El wing se puso a su equipo al hombro e intentó disimular sus falencias de juego y también tácticas. Al buen momento de la Bestia, se le sumó un penal de Volavola (18-11) que colmó la paciencia del coach Stuar Lancaster. Y movió el banco. Y le dio resultado. Porque los ingresos le dieron aire fresco al apático andar inglés y los cambios se vieron en el resultado: penal de Owen Farrell para estirar ventaja y try del 15 Brown, su segundo, para asegurar la victoria -linda jugada inglesa rompiendo líneas fijianas-.
A los 80, ya con Fiji entregado y navegando en su poca experiencia, el que metió el último golpe, TMO mediante, Billy Vunipola para sentenciar el marcador: 35-11.
La Rosa sumó bonus, se plantó en la cima del Grupo A, el de la muerte, y disfruta. Sí, del resultado, pero no de su juego. Stuart Lancaster tendrá mucho que replantearse de cara a lo que se le viene: nada menos que Australia y Gales.
Video tomado de ESPN