Dragón le plantó cara a Alianza y le sacó el empate

En un gran planteamiento, le anuló su fútbol en gran parte del partido que estuvo incluso ganando. A Alianza no le pitaron un penal

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Foto Por edhdep

Por César Najarro | Twitter: @Cjnajarro

2015-09-20 6:27:00

Un juego de ajedrez le planteó Dragón a Alianza. Un tablero en el que le cedió el espacio arriba, reculó y lo esperó muy bien parado, le cortó la salida, le presionó a sus hombres generadores de fútbol, Sosa y Rivera, y le tapó con doble marca a Zelaya o a Philippe arriba.

El equipo de Omar Sevilla llegó a cerrarse al Cuscatlán pero de manera inteligente, a ahogar las ideas de un Alianza que no supo aprovechar en el primer tiempo el espacio que dejaba sobre todo por la banda izquierda, a donde Andrés Flores Jaco no marcaba a nadie, no había jugador de Dragón por ese lado.

Es que los escupe fuego plantaron un medio campo con cinco hombres, y dejaron solo en punta a Héctor Lemus, al que marcaban los centrales albos Garrido y Jacobo, más el contención Isaac Portillo. Y más a la izquierda, Jaco, que no subía para que los volantes tuvieran más desahogo. Así, la media oriental se comía a Sosa, Rivera y Levi Martínez, porque les marcaba con cinco hombres a esos tres medios paquidermos, y con cuatro a los delanteros.

Poco tuvo el balón la visita en el primer tiempo, pero llegó mucho más, y estuvo incluso más cerca del gol al contragolpe.

Más allá de dos tiros libres de Zelaya (el primero de más peligro, en el arranque del juego), y un balón profundo de Rivera para José Iglesias (derivó en un centro rechazado por la defensa, cuando Zelaya buscaba conectar de cabeza), le costó llegar a Alianza.

En cambio, Dragón, que parecía que solo había llegado a reventar balones en los primeros minutos, se fue asentando, y poco a poco Lemus comenzó a complicar a Alianza, pese a ser el único en ataque. Los comenzó a complicar por el parado albo, porque por arriba nadie le ganaba al colombiano, y por abajo sacaba provecho de su velocidad.

Lemus disparó desviado al 8’y al 25’. En este último, el balón pasó muy cerca del poste izquierdo de la meta de Arroyo. Y tuvo una más tras un balón recuperado de Valladares. Se fue solo contra Mario Jacobo el delantero, y logró sacar un disparo de zurda, pero fácil para el arquero blanco.

Además, Wilma Torres tuvo una ocasión clara después de un rechazo en tiro de esquina, pero su remate cruzado de zurda se fue desviado por poco.

Cambio de planes

Para el complemento, Dragón metió una variante que cambió la ecuación del tablero. Ingresó Jackson De Oliveira, cuya principal característica es su velocidad. Y así como estaba el partido, a la contra podía complicar realmente a Alianza el sudamericano.

La primera jugada de peligro fue, sin embargo, para Alianza. Tras una serie de toques, la más larga y efectiva del conjunto local en lo que iba de partido, lograron abrir para que por derecha ingresara en solitario Danny Torres. Le quedó para el perfil derecho, y se acomodó para el zurdo. Sin embargo, el tiro se fue arriba de la meta de Meme González.

Justo cuando el tablero había cambiado, adelantaron por fin Jaco y Torres por las bandas. Y justo llegó el gol con ese cambio, porque Lemus, que había complicado en solitario, volvió a complicar a los centrales, abrió el espacio necesario para que al 50’, por izquierda, apareciera Jackson para picar un balón, dejar en velocidad a Torres y definir el 0-1 con tranquilidad.

La partida se la estaba ganando Omar Sevilla a Rubén Alonso. Y lo peor, Alianza no encontraba fórmula para romper el medio dragoniano, que ahora era más amenazante con Jackson a la contra.

Intentó mover sus fichas Alonso, y sacó al contención Portillo por Rodolfo Orellana, que pasó a jugar como volante por izquierda. Mientras que Rivera ocupó la posición de cinco. Eso, además, abriría la posibilidad para que Sosa jugara más por el medio, y no por la banda izquierda, a donde se le vio absorbido por el gran trabajo defensivo del rival.

Al 59’, tuvo la primera Alianza de real peligro. Ya con Sosa en medio, y con Rivera dando la salida, la circulación de balón era mejor para los blancos. Tras una serie de toques, llegó el centro por derecha de Iglesias, y Orellana cabeceó dentro del área, pero su remate se fue apenas desviado del arco de Meme González.

Al fin se encontraba Alianza con algo de su fútbol, pero el tiempo y el marcador corrían en su contra. Y abajo, a sufrir contra Jackson, mucho más veloz no solo que los centrales sino que los laterales.

Al 63’, tras un centro de Orellana y un mal rechazo defensivo, la bola le quedó a Philippe para convertir. Estaba solo con tiempo y espacio, y la tiró a las gradas.

Ya llegaba Alianza con profundidad, aunque por un error defensivo, pero no aprovechaba.

Sin embargo, cayó. Tras una serie de toques, Zelaya aguantó muy bien dos faltas, giró sobre su eje y abrió por derecha, a donde José Iglesias amagó con un centro, recortó a Osorio y sacó un remate de zurda que superó al meta González, quien quizás pudo hacer más, pero entre tantos defensas que había la visión era reducida.

Con ese tanto, Alianza ganó en condición emocional, porque no solo ya hacía fútbol, sino que ya rendía sus frutos. Pero Dragón lejos estaba de bajar la toalla, o de renunciar al ataque para especular y quedarse con el empate.

Sevilla mandó a Machado por un ya cansado Lemus para buscar el triunfo. Justo después de una acción de ataque, en una contra Alianza pudo ganarlo. Tras una falta sobre Philippe, quien alcanzó a pasar el balón a Sosa, este último asistió a Zelaya, quien fue derribado en el área por Osorio. El árbitro, muy cerca, no lo quiso pitar. Señaló que el jugador le dio al balón. Nada que ver, ni cerca estuvo el defensa del esférico.

El partido se abrió por completo, las líneas se perdieron. Alianza se adelantó mucho más y encimaba, y Dragón gozaba de más espacio a la contra. Estaba para cualquiera.

La tuvo Dragón sobre el 77’, cuando Jackson dejó en velocidad a Jaco y sacó un centro retrasado, demasiado para Machado. Pero desde atrás llegó Torres con tiempo para disparar. Se apresuró, la quiso meter al ángulo con potencia y la mandó a las nubes.

No hubo tiempo para más. Un empate muy luchado por ambos cuadros, muy estratégico, y en el que Alianza logró reacomodar sus piezas para no perder la partida. Aunque una decisión arbitral (penal) pudo cambiar la historia.