Destacada salvadoreña, becada para estudiar en Rusia

Camila Meléndez, exgimnasta y ahora entrenadora, cursará una maestría deportiva en Moscú

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Camila Meléndez posando con algunos de sus trofeos que ganó durante su carrera.

/ Foto Por Omar Carbonero

Por César Najarro

2015-09-28 5:01:00

Con 29 años, Camila Meléndez prepara una nueva maleta llena de sueños. Busca, sobre todo, continuar con su carrera como entrenadora de gimnasia rítmica y, para ello, ha encontrado un medio para seguir preparándose.

Graduada en Cuba de la Licenciatura en Educación Física y Deportes, con especialización en Gimnasia Rítmica, Meléndez trae en la sangre la pasión por este deporte, que conoció para aprender a “volar”.

De chica, en la natal Colombia de su madre, observó mucho patinaje sobre hielo, y quería hacer eso en su vida. Una vez que regresó con su familia a El Salvador, encontró en la gimnasia lo más cercano. Y aunque no conocía este deporte, no tenía ni idea del esfuerzo que implicaba, nunca se amilanó. “Nunca tuve miedo, no me imaginaba que haría pechadas y todo eso que implica para poder hacer las cosas lindas que se ven al final, pero me gustó desde que comencé”, recuerda, hace 19 años. Así, encontró un camino de “libertad” para expresarse. 

Tímida y estudiosa por naturaleza, poco a poco se forjó un nombre en la gimnasia artística, luego en la rítmica, y hasta en la danza contemporánea.

Tras estudiar en Cuba y tener ya varias experiencias trabajando como entrenadora para la federación, decidió que “tenía que seguir estudiando” para ser reconocida y poder vivir de manera más digna. 

Así que decidió primero averiguarse si podía estudiar en, quizás, la universidad más prestigiosa de gimnasia en el planeta, la de Moscú. Sin embargo, era demasiado cara, y ni ahorrando podía hacerlo. 

Cambió de trabajo, estuvo en una cadena hotelera en Perú, país en el que tenía dos empleos, pero aún así era imposible.

Entonces, un salvadoreño que estudia ingeniería en Rusia le contó que podía también buscar la posibilidad de ser becada. 

Al principio, dudó que la aceptaran en Moscú, a donde una asosiación que ayuda a tramitar becas en Rusia le dijo que ahí prácticamente no daban. Tuvo que cambiar de planes y pensar en San Petersburgo. Así comenzó a realizar el papeleo, y como opción número dos de universidad puso la de Moscú. Pasó más de un año. En medio, la situación entre Ucrania y Rusia, y todo parecía que se caería. Sin embargo, siguió con el proceso y hace dos semanas recibió por fin respuesta.

La sorpresa fue que le dieron la beca para estudiar a donde quería, a Moscú. 

“Ahí es donde entrena el equipo nacional de gimnasia rítmica de Rusia, y mi sueño es ir allá a ver qué hacen… Cuando las cosas son de uno, son de uno”, comentó Camila, quien estará becada por tres años, el primero para aprender ruso de lleno, y los otros dos para la maestría. 
Viajera empedernida, afirma que “el mundo es para descubrirlo, la gente, la comida, los paisajes, todo tien algo bonito que aportar a la vida de uno”. 

Camila comienza clases el próximo 1 de octubre para continuar con su sueño de niña, ahora, para hacer “volar” a otras niñas.