Si el torneo terminara hoy, aún con dos juegos pendientes para concluir oficialmente la primera vuelta, clasificarían entre los ocho equipos modestos como Dragón, Pasaquina y Chalatenango. Sin embargo, los llamados grandes lideraron el pelotón. FAS, Águila y Alianza han tenido una lucha cerrada por los primeros puestos, a pesar de cierto decaímiento en las últimas fechas.
El conjunto tigrillo, aunque terminó con dudas la vuelta con tres juegos sin ganar, disfruta todavía del colchón de puntos que acumuló por la seguidilla de siete triunfos consecutivos; Águila habría sido el puntero si no perdía el clásico nacional y Alianza titubeó de local en algunos partidos pero tuvo el mérito de conservar más tiempo su invicto.
Los últimos finalistas Santa Tecla e Isidro Metapán sintieron el ácido de llevar paralelamente el torneo local con la Concachampions y pasaron por un bache de resultados pero comenzaron a levantar cabeza.
El torneo ha marcado el acierto de la inclusión de los inquilinos Sonsonate y Chalatenango, dos de las plazas con mejores taquillas y asistencia de aficionados. Aunque pagaron el derecho de piso cambiaron rápido de DT principal, un viejo vicio de los dirigentes nacionales.
Por otra parte, dos de los equipos revelación son Dragón y Pasaquina. Han tenido buenos partidos, en parte por los fichajes de jugadores como Jackson De Oliveira y Devaughn Elliott. Juventud Independiente y UES, son los peores, hasta hoy.