El partido cumplieron con lo que se esperaba, mucha movilidad y entrega por parte de los dos equipos, algo que solo duró los primeros minutos. El empate sin goles entre Dragón y Águila, en el derby migueleño, dejo un enorme descontento.
Los mitológicos, con algunas variantes por la ausencia de algunos jugadores, tomó la iniciativa y con un tiro libre (8‘) generó la primera de peligro bajo los pies de Cristian Portillo, quien a pesar de la potencia no sobrepaso la barrera.
Dos minutos después, los emplumados respondieron con jugada colectiva que Williams Reyes no pudo controlar en el área, se auxilio de Santos Ortiz para meter un centro, al que Nicolás Muñoz le faltó valor para cabecear, ante el achique del portero Manuel González, quien alejó el peligro.
Con la buena dinámica que manejó el partido, la exigencia estuvo en la marca, siendo oportunos a la hora de presionar al rival y precisos en los relevos, donde ambos equipos se mostraron muy aplicados, permitiendo pocas jugadas claras a goles.
De Águila, las ocasiones llegaron con a través de una jugada, luego de haber desbordado por los costados, donde Deris Umanzor, por izquierda, fue el más activo, con los centros que buscaron a Reyes y Muñoz.
Con Gilberto Baires encontraron otra alternativa para buscar balones filtrados, pero los delanteros estuvieron con marca fija.
De parte del Dragón, sus mejores aproximaciones derivaron de las jugadas a balón parado. Pero como sucedió en el primero, estos terminaron rechazados por la barrera, consiguiendo potencia, pero no colocación. Solo Gerson Serpas, a los 32’, rompió ese cerrojo, pero la pelota se fue por un costado de la portería.
En la individual, el brasileño Jackson de Oliveira fue el más peligroso, con la velocidad para ganar línea de fondo. Pero tuvo poca compañía, en el ataque, pues el juvenil Axel López estuvo bastante alejado del sudamericano.
Lo lamentable fue la labor del central Jaime Carpio, con sus decisiones que complicaron al desarrollo del encuentro, dejando pasar varias jugadas fuertes, en otras que pitó, hizo falta una sanción. Los constantes reclamos no se hicieron esperar de parte de los dos planteles, igual el descontento de la afición que despidió el primer tiempo con abucheos y silbidos.
Para la segunda parte, la buena dinámica se cortó y Águila tomó más propuesta ofensiva, volviendo a llegar con peligro, a los 50’, con una jugada que lideró el juvenil Erick Villalobos corriendo por la izquierda, metiendo un centro raso, y exigir a la estirada a Manuel González.
Águila ganó con el reaparecimiento de Gilberto Baires controlando más pelota, para abrir los espacios y buscar el desmarque de los delanteros, pero que no perdieron marca.
Mientras Dragón llegó poco, pero con la intensidad para complicar a la zona baja emplumada, pero sin tener una oportunidad clara para anotar.
Celebración mitológica
Durante el descanso se realizó un breve acto, con el que Dragón festejó sus 76 años de fundación y en el que homenajeó a algunos ex jugadores, empresarios colaboradores del equipo y, también, a algunos representantes de medios de comunicación.