En el fútbol salvadoreño la palabra proceso es algo menos que una mala palabra para dirigentes, jugadores y algunos aficionados. Cada domingo, los técnicos ponen en juego su cabeza, dependiendo de los resultados o de los exabruptos dirigenciales, algunas veces provocados por las bebidas espirituosas, que ya de por sí es mucho más grave.
En este fútbol provincial existen dirigentes que juegan a ser técnicos cada domingo. Caudillos que, con su dinero, se creen con la potestad de quitar y poner, sin importarles llevarse de encuentro las esperanzas de un buen número de aficionados.
“Proceso”, esa mala palabra que hace que se le pierda credibilidad a un fútbol que pide a gritos un rescate. “Proceso”, esa mala palabra con la que empiezan las “eras” de técnicos al frente de equipos. “Proceso”, esa mala palabra que también mencionó la dupla Jorge “Zarco” Rodríguez y Hugo Pérez y que solo le duró dos partidos, quizás por el miedo de los dirigentes a embarcarse en una aventura difícil, en lugar de hacer historia y convertirse en otra “especie” de dirigentes.
Hoy comienza un nuevo “proceso” con Ramón “Primitivo” Maradiaga al frente, pero ¿por cuánto tiempo? Si tomamos en cuenta que, al igual que el de Roca, ya tiene partidos amistosos en puerta, sin tener, aún, los jugadores que necesita. ¡Que Dios le ayude, profe!