MADRID. El alemán Nico Rosberg (Mercedes) saldrá desde la ‘pole’ en el Gran Premio de Rusia de Fórmula Uno, que se disputa este domingo en el anillo olímpico de Sochi, donde el español Carlos Sainz protagonizó el susto del día al sufrir un espectacular accidente sin consecuencias que le mantendrá, no obstante, hospitalizado una noche, en observación preventiva.
Rosberg, de 30 años, fue el mejor en una calificación en la que firmó su decimoctava ‘pole’ en Fórmula Uno y la tercera del año, al cubrir la pista urbana en el anillo olímpico de la localidad rusa que albergó los Juegos de Invierno de 2014, de 5.848 metros, en un minuto, 37 segundos y 113 milésimas.
Exactamente 320 menos que su compañero y rival inglés Lewis Hamilton, líder del Mundial, con 277 puntos, 48 más que él y que lo acompañará en una nueva primera fila íntegra de Mercedes, que este domingo podría revalidar matemáticamente el título mundial de constructores que festejó, precisamente en este circuito, el año pasado.
Que esta vez haya sido Rosberg el que batió a Hamilton en las casi invencibles ‘flechas de plata’ quedó en un segundo plano, en una jornada marcada por el espectacular accidente del hijo del doble campeón mundial español de rallys de idéntico nombre.
Un percance que no fue mostrado por televisión hasta que no se tuvo la completa seguridad de que el talentoso debutante madrileño, último ganador de las ‘World Series’, estaba bien. Y que por ese mismo motivo mantuvo con el corazón en un puño a cuantos estaban pendientes del tercer entrenamiento libre, interrumpido a falta de 24 minutos con bandera roja y que nunca se reanudó.
La única comunicación por radio que se llegó a escuchar fue la del holandés Max Verstappen, el piloto más joven de la parrilla, que preguntaba si su compañero de Carlos se encontraba bien, ya que había observado que el percance era grande.
Los semblantes serios de los austriacos Franz Tost, jefe de equipo, y de Helmut Marko, eminencia gris de toda la estructura de Red Bull -de la que Toro Rosso es filial-, tampoco invitaban a un optimismo que comenzó a emerger cuando Borja Ortíz-Echagüe, representante y ‘sombra’ de ‘Carletes’, salía del centro médico elevando uno de sus pulgares.
Poco después hizo lo mismo el accidentado, al ser introducido en la ambulancia que lo trasladó hasta la clínica del circuito. El italiano Matteo Bonciani, jefe de prensa de la FIA (Federación Internacional del Automovilismo), confirmaba que Sainz estaba consciente y el español fue trasladado hasta el Hospital 4 de Sochi, donde se descartó lesión alguna y donde, no obstante, deberá pasar la noche, como medida preventiva, en espera de ver si los médicos le permiten correr este domingo.
Antes de abortar el último ensayo libre, Rosberg había marcado el mejor crono. Y no se bajó de ese puesto en el resto de las tablas de tiempos de la jornada, encabezando la Q1 (en la que cayeron Alonso y Merhi) y la Q2, antes de firmar -en una calificación que el mexicano Sergio Pérez (Force India) acabó séptimo- su tercera ‘pole’ del año.
Desde la que Nico deberá buscar el triunfo y esperar un fallo de su principal antagonista, que, de suceder lo contrario, daría un paso importante hacia un tercer título.
Al quite estarán, por detrás, el finés Valtteri Bottas, tercero este sábado en su Williams; y el cuádruple campeón alemán Sebastian Vettel (Ferrari), tercero en el Mundial, a 59 puntos de Hamilton, y único con posibilidades matemáticas de evitar que Mercedes capture, también, un nuevo título de pilotos este año.