¡Por fin un experto!

Llega al país el colombiano Eduardo Lara, un científico del fútbol base, con rica trayectoria

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El colombiano Eduardo Lara tiene listo su equipo de asistentes y preparador físico si es elegido para la Selecta. Foto EDH

Por Manuel Cañadas | Twitter: @Memecanadas

2015-10-11 5:34:00

Este lunes viene al país el técnico colombiano Eduardo Lara, quien según sus atestados ha clasificado a selecciones menores de su país a seis copas del mundo, ha proyectado a jugadores como James Rodríguez, Radamel Falcao, Pablo Armero y además ha ganado en dos ocasiones el torneo Esperanzas de Toulon. Se trata de un especialista, que coordinará el quehacer de nuestras selecciones juveniles.

Se dice que detrás de su contratación está Jorge Bahaia, un fiel creyente del fútbol menor, padre del proyecto Fesa. Es que en el popular deporte, no existen los milagros, todo logro ocurre como producto de un intenso y científico trabajo en base a una infraestructura adecuada. Y desde hace tanto tiempo que venimos esperando que se tome la iniciativa y que se implemente un trabajo supervisado e impulsado por alguien preparado para ello, ya que pensar en las generaciones espontáneas no pasa de ser un anhelo. Por eso al analizar las causas de nuestro atraso, siempre vamos a desembocar en un punto crucial y determinante, ya que las personas que han estado al frente de las generaciones que se van formando, no son técnicos especializados en las serias bases psicopedagógicas indispensables para dicha formación.

En nuestro medio abundan las escuelas de fútbol dirigidas por gente de buena voluntad, teóricas y sin experiencia que avivan las ilusiones de los niños y sus padres. Tambien abundan los exfutbolistas profesionales que sin preparación previa, quieren iniciar una nueva fase de sus vidas deportivas y se meten a enseñarles a los niños sin tener la preparación adecuada. El fútbol es un progreso educativo y nadie podrá dudar que solamente maestros capacitados pueden obtener buenos resultados.

Solamente estudios de alto nivel permitirán que buenos médicos, abogados, ingenieros deriven en grandes profesionales. Es de ilusos creer que con poner a los niños a competir bastará para producir buenos futbolistas, es hasta peligroso desconocer su proceso evolutivo y formativo, la manera como van cambiando y como reaccionan a un ambiente y en este caso a las demandas de un deporte tan dinámico en constante cambio. Hay gestos técnicos que ellos aprenden por imitación simple, pero las decenas de ideas que las complementan, se las deben transmitir profesionales especializados, porque los cipotes no tiene la madurez parta deducirlas por sí mismos.

En nuestro medio no existen profesores de ducación fisica y mucho menos de fútbol en las escuelas primarias, de ahí que los niños pierden la más preciosa etapa de su aprendizage formal. Entonces muchos padres ilusionados llevan a sus hijos a una escuela de fútbol, academia, ADFA, centro deportivo o como se llame, pero la mayor parte de la veces es un esfuerzo vano, ya que en esos centros no se dispone del personal idóneo, sin la orientación adecuada en su institución educativa ni en la escuela de fútbol. El padre o el grupo familiar que sueña con el cipote como futuro crack, ve como deriva en buen ciudadano, pero el alto nivel jamás aparecerá. 

Y en esa triste realidad se pierden numerosos valores. Los niños pues, necesitan entrenadores bien preparados, es el único camino para que puedan hacer carrera en el deporte. Ellos miran a sus ídolos y hasta pueden imitar sus gestos técnicos y sus jugadas, Ese es un buen inicio, pero la técnica entendida como la relación entre la pelota y el jugador, donde subyace una base aptitudinal, solamente tiene una importancia relativa si no va acompañada de otros aspectos vitales que la respaldan y que solamente podrá asimilarlas si un entrenador capacitado las enseña. En realidad al maestro Lara le espera una ardua tarea, que pasa por la capacitación y proyección de quienes trabajarán en su proyecto. 

Por ahora nos congratulamos con la grata nueva y esperamos que los logros estén en íntima relación con ese curriculo del que viene precedido.