Selecta, adiós a los placebos

La derrota estuvo marcada por los errores pero nadie pensó en amaños y la enorme mayoría reconoció que no consideraría lo mismo si en la convocatoria de Maradiaga estuviera el 22 o el portero del ??guila, por ejemplo. 

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Jugadores salvadoreños al final del partido amistoso contra Haití.

/ Foto Por William Alfaro

Por William Alfaro | Twitter: @WilliamAlfaroSV

2015-10-13 6:44:00

Los ocho minutos fatales de la Selecta en el duelo ante Haití, plagados de errores de novatos, han hecho sonar una vez más las alarmas dentro y fuera de la concentración que dice estar unida aunque desconcertada por la inestabilidad en la permanencia de un cuerpo técnico que al menos intente llevarlos a través de un verdadero proceso. 

Esta inestabilidad se ve dentro y fuera de la cancha, sumada a una idea de juego que debe replantearse el colegiado que dirige Ramón Maradiaga antes de tomar un placebo por la constante presión de aficionados y periodistas irresponsables que buscan a toda costa dar vida a quienes fueron cómplices de la mayor vergüenza en la historia reciente del fútbol salvadoreño: los amaños. 

En Houston, tras el desconsolador 1-3 del seleccionado ante Haití, encontré a muchos aficionados borrachos llorando en los callejones del BBVA Compass Stadium, asegurando que los amañadores eran mejores que los actuales seleccionados, que los que están ahora son clase B, y otros aseguraban que quizá era tiempo de llamar, por ejemplo, al 22 del Alianza. 

Pero todo argumento se derrumbó al consultarles si esos ocho minutos letales habrían sido lo mismo con alguno de los jugadores que cumplieron sanción por venta de partidos de la Selecta. 

La derrota estuvo marcada por los errores pero nadie pensó en amaños y la enorme mayoría reconoció que no consideraría lo mismo si en la convocatoria de Maradiaga estuviera el 22 o el portero del Águila, por ejemplo. Hay que recordar que un jugador que contra Guatemala saldrá como titular dijo, sin revelar el nombre que uno de los que ya cumplieron sanción, los intentó comprar en Venezuela.

Esos placebos lejos de beneficiar a la Selecta la podrían hundir en la mayor depresión en el camino a la eliminatoria y podrían manchar el nombre de una generación que intenta, aunque ahora se les recriminen las derrotas, sacar adelante al fútbol salvadoreño con un cáncer que enfrenta desde sus bases y que con valentía deben encarar, no con placebos que le darán la sensación de beneficio y salud a algo que ya está podrido y no por quienes ahora defienden los colores de la Azul.