SAN SALVADOR. Cuando parecía que los pumas al menos sacaban un puntito esperanzador ante Águila, y con el 1-1 ya clavado en el “Mágico” González, una pelota llegó al área universitaria y le quedó a Nicolás Muñoz. Mientras sus rivales pedían fuera de juego, el panameño controló la bola a dos tiempos y la hundió con pierna derecha. Hundió la pelota para el 2-1 en el pórtico de Batres, sumió al UES en la desesperación por acumular su novena derrota en el torneo, lanzó a los escarlata a lo más profundo del sótano, con apenas 7 puntos en 14 juegos; y puso a los emplumados en el liderato, con 28 puntos.
Todo eso encerrado en ese botinazo del canalero en tiempo de compensación, al minuto 90+3. El plantel escarlata se le fue encima al árbitro Edenilson Ventura cuando este pitó el final, pero la frialdad referil de la decisión se mantuvo. “Luego revisamos el video y ahí podrán darse cuenta”, respondió Ventura al auxiliar de la UES, Enzo Enríquez; mientras, el DT Efraín “Chirolón” Burgos prefería observar de lejos, mientras se negaba con respeto a platicar con los medios, invadido por la molestia y la frustración.
“Mejor que los árbitros ya nos digan que no vengamos a los partidos porque ya no nos quieren ver en Primera, y no nos presentamos”, dijo Roberto “Toro” González. “No puede ser que se equivoquen cinco veces en cinco partidos”, añadió el delantero.
Al final, con error o acierto arbitral en el gol de Muñoz, lo cierto es que los pumas se vuelven a quedar sin puntos clave sobre el final del juego, como les pasó en Pasaquina antes y en otros partidos clave. Pero lo de ayer les dolió más, porque no hicieron un mal juego y fueron un poco (poquito) mejores que Águila.
Juego feo
El primer tiempo fue realmente horroroso y aburrido. Apenas tres jugadas de peligro en 45 minutos anodinos. Un tiro libre de Villalobos que manoteó Batres al 4’… una pelota ponzoñosa que casi meten al fondo Nico Muñoz y luego Johny Ríos, pero salvó Renderos, al 8’… tiro desviado de media distancia de Carlos Aparicio, al 31’… y nada más.
Era el resultado de la colisión entre dos sistemas 3-5-2 que ya en la práctica fue cerrada y poco vistosa. En ninguno de los dos equipos apareció un jugador que le diera brillantez o espacios a la salida. “Saviolita” Baires lo intentó en el lado negronaranja y Carlos Aparicio por los estudiosos, pero no tuvieron mayores libertades ni acompañamiento, y naufragaron sin remedio ante la apatía generalizada, en medio de una leve llovizna en el ex Flor Blanca.
Menos mal, y para alegría de las pocas decenas de aficionados en el estadio, el juego despertó de su letargo en el segundo tiempo. No solo por los goles, sino por el revivir de un UES que recordó que estaba en casa y que debía proponer más para salir del fondo.
Avisó primero Águila. Al 52’, Reyes casi anota de cabeza pero Batres logró mandar al córner. Y a los tres minutos, llegó el gol visitante, en un tiro de Reyes que rebotó de carambola en Santos Ortiz, y que no pudo sacar en lo último Giovanni Henríquez.
La ventaja emplumada duró apenas cinco minutos, porque al 60’ Aparicio sacó un centro exacto desde la derecha para el testarazo picado de Roberto “Toro” González, que marcó la paridad de 1-1.
El mismo González se apresuró al 67’ de cabeza y estorbó lo que pudo ser el segundo gol puma, pues impidió la llegada de Kevin Calderón, que estaba mejor colocado. Al 72’, Ascencio se quedó un poco corto para terminar de empujar una pelota a metros de la red migueleña.
Los pumas buscaron cómo hasta el final, sin bajar los brazos. Lucharon. Todo para que, en el último aliento, Muñoz hundiera la suma de sus esfuerzos en el fondo de la red.