Veinticinco años. Ese es el tiempo que Sabrina Zeender, de origen salvadoreño por su padre quien era de Usulután, tardó para volver al país. Y su retorno fue de la mano de la Federación Internacional de Ecuestre (FEI), donde actualmente es la secretaria general, y con la cual estuvo como parte de la comitiva que visita distintos países de América para conocer de cerca a sus federaciones y su trabajo y sus problemáticas.
Para Zeender, quien confesó que antes era Sabrina Ibáñez, mismo apellido de su progenitor (Alfredo Alvarado Ibáñez), contó su alegría y satisfacción de estar en suelo cuscatleco. Además del “orgullo” que le da manejar el cargo en el que se encuentra, y cómo se sintió en el país.
Pese a que nació en Michigan, EE.UU., siente dicha porque tienen sangre criolla. Y ante la oportunidad de regresar al país, mencionó: “Para mí, era súper importante. Cuando eligió el presidente (Ingmar de Vos) que se tenía que venir a C.A. y especialmente a El Salvador, para mí era muy importante, porque crecí aquí”.
“Me fui a los 17 años, y desgraciadamente ya no tengo familia. Pero en realidad aunque tenga 25 años de vivir en Suiza, mi país es El Salvador”, añadió.
Sobre sus años en el país, contó: “Mi papá era salvadoreño, vivía en los EE.UU., y nos venimos para acá en los años setenta y me fui en 1982. Estaba pequeña, tenía 8 años, es decir que mi juventud y mis raíces son de El Salvador. Aprendí a nadar en el Deportivo y también a montar en El Salvador, en el club de Izalco”.
Aunque acepta que solo sabe montar “de manera amateur”, se le abrió la oportunidad para trabajar en la FEI cuando ésta buscaba una asistente, y su pasión por los caballos la hizo llegar hasta ahí y fue aceptada. “Fui creciendo, poco a poco, con paciencia. Empecé como secretaria, coordinadora, gerente, directora y el señor presidente cuando lo eligieron me dijo: ‘Te toca’, y tuve el apoyo de la Federación”.
Dijo que “jamás” imaginó estar acá de nuevo, y está “súper orgullosa de representar a El Salvador a nivel internacional y, además, soy mujer y no hay muchas en esta posición, o sea que es un gran orgullo ser latina, salvadoreña, mujer y representar a este deporte tan increíble como es el ecuestre”.
En la FEI, tiene 22 años de labor, y es la primera mujer en ese cargo. “Y estoy muy orgullosa de eso y de estar aquí. Pero en nuestro deporte, las mujeres y los hombres compiten al mismo nivel, es casi normal, pero en esto es la primera vez que pasa y me enorgullece mucho”.
Zeender, quien comentó que estaba feliz por estos días en el país y porque pudo ver a su “gente, comer pupusas (risas) y quesadillas”, dice que se puede hacer mucho trabajo con los salvadoreños, para atraer a más atletas al deporte. “Lo que queremos ver más medallas olímpicas.
Y cuando la salvadoreña (Sabrina Rivera) ganó, el año pasado en los Olímpicos de la Juventud, casi lloro. Eso es importante, y por el otro lado es todo lo que puede aportar el caballo”.
Finalmente, la secretaria general de esta Internacional recalcó que se va “a tratar de trabajar más con la Federación para establecer programas que la ayude y que venga más gente, hay buenos clubes hípicos, y vamos a poder hacer algo con ellos”.
Aceptó que lo que se lleva del actual El Salvador es “la gente llena de pasión, hay ambición de poder desarrollar mejor el deporte, y el complejo que tiene la Federación de Ecuestre realmente es increíble, está todo ahí para poder hacer cosas grandes. Hay que trabajar y tener una gran visión. La meta son las olimpiadas”.