El futuro del remo salvadoreño, hoy

La joven ganó el Campeonato Nacional de Argentina en Tigre, en la división Júnior. Hablamos con ella sobre su carrera, sus sueños y metas

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La joven remera Jessica Hernández. 

/ Foto Por Martín De la Torre

Por César Najarro

2015-10-18 1:03:00

Mientras la mayoría de jóvenes a los 17 años piensan en  fiestas, bailes, diversión y qué estudiar en la Universidad (aquellos que son más privilegiados en este país), Jessica Hernández renunció a gran parte de lo “común” por su pasión, el remo.

La encontró casi de casualidad, cuatro años atrás, cuando comenzó a ir al gimnasio de la federación porque tenía un poco de sobrepeso. 

Poco a poco se fue quedando, y descubrió un potencial que nunca hubiera imaginado. Ahora, a los 17 años, ya ha representado al país en Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, y acaba de ganar el Campeonato Nacional de Argentina, el más fuerte de Sudamérica. 

Es el presente de este deporte en el país y se perfila como el futuro, ya que gran parte de su carrera ha competido en división sub 23. Quizás tuviera más títulos acumulados de haber participado en más eventos júniors, pero ahora tiene mayor experiencia por competir con las más grandes. De hecho, clasificó a la final “A” sub 23 en el Campeonato de Tigre, en Argentina, y acabó en el cuarto lugar en esa división el sábado.

Ese mismo día, clasificó a la final de dobles, aunque con una pareja nueva, con la que nunca había competido. Mientras que se llevó el primer lugar en la división juvenil, en la prueba del bote individual. Con ella platicamos vía telefónica para que nos cuente un poco de la competición, de su historia y de su futuro.

¿Qué anda haciendo en el Campeonato Argentino?

Andamos compitiendo más que todo con miras para el preolímpico de Río de Janeiro, que será en Chile el próximo año y habrá cinco boletos en juego. Competió en 3 modalidades y en las tres entré a la final, y gané el single júnior.

¿Cómo estuvo la carrera en la que ganó?

Había viento a favor, pero me costó bastante despegarme de las otras chicas. Sin embargo, iba bien segura que la iba a ganar porque sabía que mi nivel estaba muy arriba. Venía más enfocada en el singles sub 23 porque me daría mejores parámetros para el preolímpico, era al que le estaba apuntando. 

El júnior, por mi edad, era importante, es ver todo el esfuerzo de todos estos años. No me he quedado en mi categoría como todas, sino mirando más para arriba.

Siento una gran satisfacción de todos los años de trabajo, lo gané muy bien, le saqué bastante al final, y le gané a personas que me vencieron en el preolímpico de Naijing (Segundas Olimpiadas Juveniles). 

¿Contra quiénes se midió para tener un parámetro del nivel del evento?

El Campeonato Argentino es el más fuerte de Sudamérica. En la final sub 23 que quedé cuarta, quedó primero una chilena, y dos argentinas. Han venido a competir chicas de Perú y también de Paraguay. Eran clubes extranjeros. El mayor nivel prácticamente para el preolímpico se encuentra en Sudamérica, así que era un buen fogueo para ver. Obviamente no vinieron todos los países, faltaron otros fuertes como Cuba, México. 

¿Cómo ha ido su evolución? Todo muy rápido, en cuatro años

Cuando comencé, veía a otras niñas, me fui metiendo poco a poco y quedando. Vieron que tenía madera, mi altura, seguimos entrenando y luego empezamos con regatas en el exterior, en Guatemala, México, el clasificatorio de Naijing, los Bolivarianos, el Festival Panamericano, los Juegos Panamericanos. He ido subiendo pese a ser juvenil, pero todavía me falta bastante.

¿Y cómo hace para complementar con los estudios, porque el remo exige muchísimo entreno, madrugar, sacrificios?

Salí de bachiller hace dos años, bien joven,  a los 15, y mi familia me permitió un tiempo dedicarme solo al deporte. Así he estado de lleno dos años, y he hecho algunos cursos flexibles que me permiten estar viajando. 

¿Ha sido muy duro también en lo personal?

Mi padre falleció el año pasado, justo unos días después que fui al festival panamericano. Fue duro irme a competir. Me dieron la opción de no ir pero al final no podíamos hacer mucho, él ya estaba muy enfermo, así que me fui, y en la competencia clasifiqué y con eso fui al panamericano. Este ha sido un año de mucho entreno y de estar en el exterior. 

¿Qué está en planificación?

Tengo la clasificación en Chile el otro año. La verdad que hay que mejorar bastante y ya estamos a cinco meses, yo estoy proyectada para el single abierto, es una competencia mayor, pero igual, mis regatas anteriores después del preolímpico de Nanjing no fueron de juveniles a pesar de mi edad, sino competencias a nivel mayor, y el preolímpico de Río es una de esas, pero tenemos las proyecciones, y el rendimiento ha ido para arriba.

¿Tienes beca del INDES, cómo haces para mantenerte?

Ahora el Comité Olímpico Internacional tiene un fondo reservado para fogueos que sería el apoyo que tengo, pero es únicamente un fondo para eso. Así que no recibo efectivo mensual ni nada de eso. La federación cuenta con recursos limitados y hace su esfuerzo, y no nos cobra por entrenar. Y gracias  Dios mi mamá ha podido darme el dinero para que vaya a entrenar.

Sea como sea, represento un gasto y al no estar estudiando, no le retribuyo mucho, pero este deporte requiere de tiempo, por lo menos para hacerse con una buena base, y en el país, con la realidad deportiva que hay, es bastante difícil porque mucha gente no está dispuesta a trabajar tan duro ni esforzarse tanto sin conseguir algo a cambio.

En cambio, la mayoría de los que nos hemos quedado remando sabemos que nuestra recompensa está en haber conseguido mejorar algo todos los días. Al dejar esto, realmente cuál es la lucha diaria, me refiero por qué se levanta uno todos los días. Para nosotros, eso tiene respuesta, y es entrenar para mejorar y que las medallas no sean de otro, sino llevarlas al país. 

¿Cuánto tiempo prevé estar en el deporte dándolo todo?

Eso es un estimado, a mí me gustaría seguir unos cinco años. El sueño puede acabar si la realidad me despierta. Yo puedo estar dispuesta a dar mi tiempo y mi sacrificio, mi ser entero, pero no puedo evadir el hecho que pronto cumplo mi mayoría de edad y con eso hay más responsabilidades. 

Ahora hay que estudiar y hay que estar presente en las evaluaciones y en lo que la universidad exija, y eso no me permitirá salir a una mejor base de entrenamiento o ir a fogueos a buscar un nivel más competitivo. 

Obviamente el dinero, el transporte y el tiempo son factores que hay que analizar. Espero ir saliendo con todo eso con la ayuda de Dios, porque en realidad de ahí no me queda mucho. Mi mamá me ayuda pero habrá un momento que me va a decir ya no. Así que el sueño sigue mientras pueda mantenerlo vivo.

¿No has pensado tratar de conseguir una beca deportiva tal vez en Estados Unidos, como ha ocurrido en el pasado con muchos atletas de tenis o squash, por mencionar algunas disciplinas?

De hecho, el Comité Olímpico de El Salvador me ha ayudado a enviar correos con mi perfil deportivo a Universidades en Estados Unidos. Sin embargo, aún no hemos recibido respuesta. Incluso se planteó algo acá en Argentina, pero es cuestión de hacer las dos cosas, y no era factible. Así que comenzaré a estudiar allá en El Salvador y, si de repente se presentara la oportunidad de remo universitario en otro lugar, podríamos analizarlo con ellos y ver qué decisión se toma.