Lo sufrió El Salvador en la Copa Oro con el entrenador español Albert Roca. Lo sintió también el Zarco Rodríguez en los dos partidos que estuvo al frente en los partidos ante Curazao.
Y lo padeció el “Primitivo” Maradiaga en su gira debut por Estados Unidos, ante Haití y, sobre todo, contra Guatemala. Más allá de entrenadores de gustos diversos y procesos cortados, el mal endémico de la Selecta es la falta de definición y es el punto neurálgico a mejorar para el inicio de las eliminatorias, allá por mediados de noviembre, cuando en la primera fecha doble se visite a México y se reciba a Canadá.
Lo confesó Tony Rugamas ,el prometedor delantero que hoy milita en Metapán. No es un problema de talento o jerarquía; se ha vuelto un problema mental”. Bien por el jugador que recién da sus primeros pasos en la Azul y se sinceró como “9” para trabajar un déficit que le puede costar la eliminación a la Selecta.
Siempre se le ha elogiado a este equipo sus movimientos con el balón y el buen pie de varios de sus integrantes, especialmente en la zona del mediocampo. La asignatura pendiente sigue siendo el gol y la cantidad de ocasiones que desaprovecha el equipo partido tras partido.
“Más que preparador de porteros, aquí lo que nos urge son preparadores de delanteros”. Lo dijo Cavagnaro antes de su fugaz paso por la Selecta en 2005. Hoy, 10 años después, el mal ha perdurado y, lamentablemente, sigue vigente.