Henry Sevillano habla desde Colombia, pero su corazón late en Usulután. El mismo lo asegura: “En Colombia no soy hincha de ningún equipo, pero a Firpo lo llevó en el alma, me marcó para toda la vida”.
Sevillano no se olvida de su paso por el equipo pampero, un destino que ni siquiera imaginaba cuando de muy joven le abrieron las puertas del Once Caldas para empezar a entrenar. “Un señor del batallón, llamado Roberto Pizarro me abrió las puertas para ir a los entrenamientos y así pude empezar mi carrera e iniciar el sueño de ser jugador”, rememora a la distancia.
Tras un paso por el también colombiano Club Deportivo Atlético Huila y tras haber sido campeón en el Caracas de Venezuela, llegó a El Salvador en 2004 para jugar en Firpo, donde atesora sus mejores recuerdos como jugador de fútbol.
“El partido contra FAS fue inolvidable. Jugamos la semifinal en Santa Ana después de empatar el primer partido 1-1. Recuerdo que perdíamos 2-0 logramos el empate por mi intermedio ya sobre el final y fuimos a los penales. Me tocó ejecutar el último, lo convertí y llegamos a la final contra San Salvador 2004. Fue todo muy emotivo”, cuenta Sevillano.
Su cariño por el equipo manudo se extiende hasta hoy. Él lo explica: “El trato de la gente fue excelente, recuerdo a la barra firpense muchísimo, hasta me apodaron el Toro. Me sentía como en casa, tanto es así que hasta el momento mantengo una relación bastante buena con algunas hinchas”. Además, Sevillano sigue al equipo y está al tanto de la actualidad de Firpo. “Tengo un gran aprecio por los compañeros que están defendiendo el equipo y estoy seguro que vendrá el mayor de los éxitos. Este es el año donde van a subir, no lo dudo. Hasta sé que fueron a jugar a Estados Unidos”, comenta.
Sobre su apodo, “Toro”, explica que “la gente fue la que empezó a decirme de esa manera y fue un apodo que llevé con mucho orgullo por todo lo que representa”.
Pese a que sus mejores recuerdos en El Salvador y el fútbol se remite al equipo usuluteco, Sevillano tampoco se olvida de San Salvador y Chalate. “Mi paso por el San Salvador también fue muy especial, hay mucha gente que me recuerda y le tengo aprecio”. De Chalatenango, además del fútbol, le quedó un recuerdo de un accidente con un caballo. “En Chalate tuve la posibilidad de comprarme un carrito y a los dos días fui de San Salvador a Chalate. No conocía la ruta, estaba un poco oscuro y se me cruzó un caballo. Fue un accidente fuerte, pero gracias a Dios no hubo consecuencias”.
Después de El Salvador continuó su carrera en Venezuela. “Fui a jugar en Segunda A, ascendimos y me retiré por cuestiones personales. Tenía que volver a Colombia así que dejé el fútbol a los 34 años.
¿Qué hace?
Henry Sevillano a pesar de que el fútbol fue su vida hasta los 34 años, hoy está alejado del deporte y trabaja como encargado de seguridad en un ingenio azucarero de Colombia. “Estoy muy bien, es una empresa muy prestigiosa y vivo muy feliz con mi familia”, responde vía telefónica desde Colombia.
También Sevillano comenta porque no siguió ligado a su deporte una vez que decidió el retiro de la práctica activa: “Todo me ha salido muy bien, el fútbol lo llevo por dentro pero estoy alejado. Tuve la posibilidad en Venezuela antes de retirarme de continuar ligado a la actividad. Me ofrecieron para que me quedara como asistente técnico para el primer equipo pero siempre tuve un temperamento fuerte, aguerrido y no compartía con compañeros pecho frío. Yo era el jugador que metía, que dejaba la piel en la cancha y la página de jugador a entrenador no la tenía bien clara. Me alejé un poco y quede trabajando en el ingenio”, cerró el colombiano.