Surf
Hay distintas maneras de disfrutar un deporte tan libre como éste, que consiste simplemente en deslizarse por la pared de una ola; cada uno tiene su estilo, y se puede disfrutar sin necesidad de realizar maniobras especiales o espectaculares.
Asimismo, hay maniobras diferentes en tabla pequeña y tabla grande. El tubo es la maniobra reina, aunque se trate más de una situación que de un movimiento. Sólo es realizable en olas huecas y rápidas, que por supuesto son más difíciles de surfear.
El tubo hay que buscarlo, vigilando el labio y pared de la ola y acelerando la tabla para que no nos cierre, o frenándola para dar tiempo a que la pared nos tape. La tabla se frena, yendo recto, si cargamos el peso sobre la cola enderezando ligeramente la punta.
También se puede frenar mediante pequeños giros arriba y abajo sobre la pared de la ola, o apoyando el brazo y mano en la pared. Para acelerar, hemos de pisar más adelante, cuidando que la tabla no se clave por la punta. El peso estará repartido equilibradamente, y cogeremos mayor velocidad en la parte alta de la ola.
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— InstaMaui (@InstaMaui) abril 14, 2015
Bodysurf
Conocido más en El Salvador como: “boogey” o “corcho”. Hay infinidad de ellos en el mercado, en cuanto a su forma, tamaño, y prestaciones. Para iniciarse, son recomendables con un rocker acusado, para que no se claven de punta, y con un tamaño suficiente que ofrezca una buena flotabilidad.
El corcho no lleva quillas, y son los cantos los que nos fijan a la pared de la ola junto con la acción de timón de las aletas.
Están fabricados de una gomaespuma que varía en densidad según la calidad y precio; también se utilizan diferentes densidades para cantos, zona de deslizamiento y otras.
Llevan una especie de listones de fibra de vidrio emplazados en el interior, que son los stingers y que sirven para proporcionarle rigidez. Están recubiertos de una película de material plástico por la zona de deslizamiento, llamada speed skin y que sirve para facilitar la velocidad.
La historia del bodyboard es muy reciente, pues el primero fue construido en 1970 por Tom Morey, en Estados Unidos. No se parecía mucho a los actuales, pues era mucho más grande, fabricado a mano en polietileno y pensado para deslizarse tumbado y para olas grandes.
Video tomado de Red Bull en YouTube