Un día perdido en la preparación. Todos perdieron: Fesfut, jugadores y cuerpo técnico… en fin el fútbol salvadoreño que tiene su juego contra México en 17 días.
La medida de presión de los convocados, la noche del domingo, de retirarse del hotel de concentración porque no se pactó una reunión por la mañana con el directivo Hugo Carrillo para abordar peticiones económicas y condiciones de concentración trajo una ola de críticas en redes sociales y fue una bomba para el mundo deportivo.
La Fesfut tuvo que buscar soluciones al conflicto. Incluso reveló un documento firmado por jugadores, que fue presentada el 10 de octubre luego del partido en Los Ángeles contra Guatemala. Esos puntos de honor eran bonos por convocatoria, con diferencias entre nacionales (1,000) y legionarios (2,000), premios por punto y triunfo de visita y local en la eliminatoria, además de mejores itinerarios de vuelo, al menos tres entradas en la mejor localidad del estadio (platea), mejor transporte y un hotel de cuatro estrellas, como mínimo.
Los federativos enviaron una propuesta para responder a las peticiones pero no son negociables porque de acuerdo al directivo Hugo Carrillo: “La postura en lo económico, en lo que la Fesfut se compromete y puede cumplir, ya se hizo… Haber llamado a 3 o 4 (para negociar) no habría sido lo adecuado. Considerábamos que estuvieran todos (nacionales y legionarios) para hacerles la propuesta”.
Los jugadores, antes de salir de la concentración, pedían una reunión por la mañana con Carrillo y cuando se les dijo que por la tarde podían ser atendidos por el Comité Ejecutivo, no atendieron el llamado, según el directivo.
¿Otra oportunidad?
La Fesfut sostuvo reunión privada con el DT Ramón Maradiaga y su cuerpo técnico y acordaron que la preconvocatoria se mantenía con los 20 jugadores, incluido los lesionados Irvin Herrera y Rodrigo Rivera para hoy a las 9:00 a.m., en el albergue. Los que no lleguen dejarán por sentado su negativa y no serán tomados en cuenta en la convocatoria del 5 de noviembre.
“Estamos convocando a los mismos que estaban para el día 25, el que no venga es porque no le interesa y se le respetará. Se planteó con el cuerpo técnico la posibilidad que algunos de los convocados no asistan y no habrá problema, es válido pero se tomará medida de convocar a otro. El profe Maradiaga trabajará con 2, 3, 4, 13, 15…”, mencionó Carrillo.
Si algunos jugadores se borran de la lista, al no atender la convocatoria, están advertidos de que el DT Maradiaga buscará otros valores. “Si quitamos extranjeros hay 220 jugadores en la Primera División, menos 20 convocados, quedan 210 que el cuerpo técnico puede escoger”, contó.
En el comité ejecutivo se han descartado posibles sanciones porque no ha sucedido esto en una fecha FIFA, aclaró Hugo Carrillo. “Si fuera una convocatoria FIFA, los jugadores se expondrían a ser sancionados. Nos asiste el derecho para imponer sanciones pero no estamos entrando a conflictos”.
Un factor que ha causado molestia en la Fesfut es que se pidan bonos por partidos. “Un objetivo para la Selección debe ser pasar a la siguiente ronda (para tener acceso a premios). Los jugadores han pedido un bono por convocatoria y eso no debería pasar. En una preconvocatoria pueden venir 30 o 40 jugadores pero no por eso a todos se les debe dar un bono. Tampoco puede haber diferencia en bonos para nacionales y legionarios, debe ser igual para todos”.
Legionarios y críticas al uniforme
Carrillo también abordó la situación de los jugadores que están sin actividad fuera del país, como sucede con Arturo Álvarez, Darwin Cerén y Pablo Punyed.
“Hicimos la gestión con Álvarez para que viniera pero dijo que está entrenando con el Dynamo. Darwin dijo que el 5 de noviembre terminaba su contrato y debía estar con su club y con Pablo Punyed se está haciendo la gestión para que venga antes. Esperamos que para el 5 de noviembre esté la mayoría de los legionarios”.
También salió al paso Carrillo por los comentarios de Cerén y Larín en Twitter por el nuevo uniforme de la Selecta. “Todos los que estamos involucrados (Fesfut y Selecta) debemos estar en comunión. Vivimos en un país donde cualquiera se manifiesta peor no fue del agrado el tuit de Larín y Cerén”.