Cuando en 2013 vivimos ese bache asqueroso de los amaños, hubo una “limpia” en el fútbol salvadoreño. Dejar atrás a esa generación manchada por vender partidos le abrió la puerta a nuevos rostros. Ahora, sin poner al mismo nivel ambas situaciones, llega otro cambio de grandes proporciones en la Selección.
Y si bien el panorama no es el mejor, que el duelo contra México viene ya el 13 de noviembre, hay que tomar al toro por los cueros y sacar lo “poco” bueno… antes del desastre en el Azteca, una derrota que realmente parece inevitable, aunque “Primi” parquee una flota de trailers.
Lo primero:hay nueve jugadores de la pasada Sub 23 de Ramón Sánchez que están en la nueva lista del “Primi” Maradiaga. Me refiero a Santos Ortiz, Édson Meléndez, Andrés Flores Jaco, Roberto Domínguez, José “Puma” Peña, Kevin Sagastizado, Giovanni Zavaleta, Juan Barahona e Isaac Portillo.
A trompicones y en medio de la tragicomedia novelesca que ha llevado a este listado, lo cierto es que, quizá de carambola, estamos ante un seguimiento al grupo que intentó ir a Rio de Janeiro 2016.
De estos jugadores, además, Zavaleta y “Puma” Peña estuvieron en la Copa del Mundo Sub 20 en Turquía 2013, y ahora tienen la oportunidad de lograr un puesto en la Mayor hacia Rusia 2018.
Lo anterior es bueno, porque más allá de que pase o no al hexagonal, tendremos a un grupo con mayor experiencia cuando el objetivo sea Qatar 2022.
Otra cosa positiva:ha quedado expuesta la falta de planificación de esta Fesfut, que improvisa sobre la marcha y no tiene capacidad de gestión. Los seleccionados, más allá de las maneras y los tiempos, sacaron a la luz barbaridades lamentables:racionamiento de comida, ratas en hoteles, vuelos maratónicos, buses con goteras, etc.
Y una más, positiva: ahora sabemos que la Fesfut sí tiene dinero para pagar bonos y viáticos, aunque de la serie con Curazao “informó” que tuvo “pérdidas” de unos30 mil dólares. Sí, cómo no…