Su trayectoria en el baloncesto tanto como jugador y entrenador es muy prolífica, desde sus inicios en la etapa colegial hasta la primera categoría. Como jugador dio sus primeros pininos en el Liceo San Luis, de su natal Santa Ana.
“Empecé a jugar a nivel colegial en 1964 en categoría Juvenil, hasta que en 1967 vine a jugar en primera categoría con el Liceo Salvadoreño, con el cual fuimos subcampeones”, recordó Carrillo.
De esta etapa, trajo a cuenta cómo el Gimnasio Nacional “José Adolfo Pineda” se llenaba durante los partidos, algo que ahora se añora, pues los los colegios tradicionales como el mismo Liceo Salvadoreño, el Don Bosco, Santa Cecilia, el Externado, el García Flamenco, el Instituto Nacional “General Francisco Menéndez” y el ya extinto Miguel de Cervantes, eran verdaderos semilleros de jugadores.
De este equipo recuerda a algunos compañeros como Salvador Cáceres, la “Piocha” Siliézar (ya fallecido), Mauricio Reyes, Salvador Zablah (ya fallecido) y Carlos Morales. Con estos mismos compañeros pasó a jugar con Ademar en primera división, con el cual ganaron varios títulos.
“En Ademar tuve como compañeros a Nelson Suvillaga, Guillermo Cabrera, Rolando Duarte, Roque Castaneda, ‘Chachama’ Calderón, Lico Vilanova, Hato Hasbún; luego pasé a jugar con Robertoni en 1974, con el cual conseguimos un subcampeonato y un campeonato a nivel centroamericano”, mencionó.
En Robertoni, tuvo entre sus compañeros a Luis Rosales, “Zurdo” Renderos, Alejandro “el Caburro” Alfaro, Mardoqueo Murcia (Q.E.P.D.) y Walter Amaya entre otros exponentes de la época.
Después pasó a jugar un año con el Figura, con el cual conquistaron un subcampeonato, y luego llegó a dirigir y jugar con el Floid Blue, con el cual jugó muy poco, pues no se pudo adaptar muy bien al doble papel de jugador y entrenador.
“No me sentí cómodo con jugar y entrenar porque afuera no había alguien que me señalaralos errores que estaba cometiendo, por esa razón decidí dedicarme solo a entrenar y al final eso fue lo que motivó mi retiro como jugador”, cuenta Carrillo.
Seleccionado obligado
Su alto nivel competitivo como pasador y como pieza clave en los tableros, sobre todo en defensa, le llevó a militar muy pronto en la Selección Nacional Mayor, con la cual tuvo muchos éxitos, tanto a nivel local como internacional.
Como parte de la Selección Nacional, Carrillo recuerda que fue convocado por primera vez en 1970. Cuenta que este equipo se estaba preparando para ir a competir a Venezuela en un Centroamericano y el Caribe, y fue ahí donde enfrentaron a grandes selecciones como Cuba, Puerto Rico y Venezuela. Al final se ubicaron en el cuarto lugar.
“Como Selección de El Salvador dejamos una grata impresión, pues si bien perdimos los tres juegos, lo hicimos jugando de tú a tú y los marcadores no fueron muy holgados”, dijo.
En 1972 asistieron a los II Juegos Deportivos C.A. realizados en Guatemala, donde quedaron subcampeones ante Panamá.
¿Qué hace?
Una vez retirado como jugador, Roberto Carrillo se dedicó totalmente a la profesión de entrenador, cosechando igualmente muchos éxitos tanto a nivel de equipos colegiales, de primera categoría, como de selecciones nacionales.
Su éxito más reciente, es el haberse coronado campeón de la Liga Mayor de Baloncesto, con Águila, final que ganó en un duelo más que dramático a El Rápido, de La Unión.
Al Liceo Salvadoreño lo ha dirigido en varios períodos a nivel colegial en las categorías juveniles y mayor, siendo campeón y subcampeón en ambas. y en distintos años, para el caso de 1968 a 1975; luego volvió a la institución liceísta en 1981.
También ha trabajado con la Escuela Militar, con el Colegio La Asunción, el Champagnat y el Colegio San Francisco. A nivel Mayor ha dirigido a Antel, Ademar, Asesuisa, Dolofín, CNR, Felinos, Soles y Milder, logrando con todos estos varios títulos que sería largo de enumerar.
Como entrenador de selecciones nacionales, tanto en femenino como en masculino, su aporte también ha sido muy fructífero y dilatado, se ha desempeñado como auxiliar y titular . Su tiempo libre lo dedica a su familia.