Ángel Orellana se enfrentará a un nuevo reto en el próximo torneo Apertura, donde dirigirá al CSD Río Dulce, recién ascendido a la Segunda División (Tercera) de Guatemala.
El salvadoreño ya tuvo una experiencia en el balompié chapín cuando estuvo al frente del Quiriguá. Además, no es su primera oportunidad en el fútbol internacional, ya que estuvo en equipos de Nicaragua y Panamá.
En suelo chocho es donde más participación ha tenido y con buen suceso, al llevar a la final al Diriangén y al Real Madriz.
“Estoy aquí para realizar 6 meses prorrogables, es un equipo recién ascendido y hoy participará en Segunda División profesional. El equipo tiene una media de jugadores de 22 años. Acepté el reto debido a que las condiciones son aceptables y porque me considero con experiencia, capacidad, energía y deseo de triunfar. Solo confío en Dios poder convencer al grupo de jugadores que si nos fijamos objetivos y metas alcanzables, lo lograremos con sacrificio, responsabilidad, disciplina y carácter”, externó a EDH Deportes Orellana.
En el país también ha tenido experiencia con equipos de Primera y segunda. Su más reciente trabajo fue con el Chalatenango, al cual dejó encaminado a la fase final.
“Me alegro y doy gracias a Dios que se abrió nuevamente una puerta en el fútbol extranjero, que como salvadoreño es difícil. Pero Dios me permite una oportunidad y no la desaprovecharé”, agregó el DT cuscatleco.
Orellana se pone su primer reto que es conformar un buen grupo que saque adelante la nave y luego pensar en el ascenso a la Primera División.