No sorprendió en el esquema pero si en los nombres Albert Roca. El DT catalán, en su alineación inicial sacó a Arturo Alvarez, de los mejores jugadores salvadoreños en la Copa Oro, y en su lugar se inclinó por el ingreso del Ruso Flores. Pero la disposición en el campo de la Selecta fue la misma, más allá de las diferencias de características entre estos dos jugadores, fue la misma que en los partidos anteriores.
La idea estaba clara: el Ruso intentaría por afuera en ataque y aportaba más recorrido en defensa. Lo de Arturo pasa por más virtudes ofensivas.
El 4-4-1-1 siguió con Derby Carrillo en la portería, Xavi y Larín los laterales (más activo en ataque Larín y más contenido García) con la dupla central M&M Molina y Mendoza.
En el medio, más retrasado Richard Menjívar y algo más adelantado Darwin Cerén. Con el Ruso bien abierto por la derecha y Alas por izquierda, el guía en ofensiva esta vez fue Pablo Punyed. Y lo hizo bien. En tanto, arriba, Irvin Herrera, que otra vez peleó todas y generó peligro cuando le llegó el balón, pero una vez más, no le alcanzó para poder gritar “su” gol.
En la segunda parte, las variantes de Álvarez y Bonilla por Flores y Herrera significó mayor posesión para la Selecta por los intentos de Arturo. Intentó en dos ocasiones y estuvo cerca. Lo de Bonilla era la reaparición del delantero titular tras el duro golpe en el rostro sufrido en el debut.
Ya en el final y con el resultado en desventaja, se decidió el ingreso de un atacante por un defensa (Dustin Corea por Mendoza). El dominio fue infructuoso y la falta de gol otra vez le volvió a pasar factura a la Azul.