Álvaro Fey Rivas es un volante de llegada que puede manejarse en cualquier banda. En ocasiones fue defensor, pero admite que no es lo suyo. Tiene 17 años recién cumplidos, y milita en la actualidad en el Bonner SC de la Quinta División profesional de Alemania.
Su padre es alemán, su madre es salvadoreña. Se conocieron en El Salvador en una empresa de logística y maquinaria pesada. Desde el nacimiento de Álvaro, él y su familia vivieron acá hasta en 2006. Por razones laborales emigraron a Colonia, Alemania, donde residen en la actualidad.
Álvaro Fey y su familia estuvieron visitando por periodos medianos El Salvador tas su partida hasta que se establecieron por completo en 2011. Un día, Fey jugaba en una cancha pública en Colonia. Un ojeador del equipo homónimo de la ciudad tras verlo lo invitó a probarse tras discernir su talento. El salvadoreño quedó en el equipo Sub 15.
Tras tres años en el Colonia, decidió vestir los colores del Bonner SC. Un equipo que si bien es de Quinta División profesional, suele foguearse con el resto de equipos de divisiones superiores en torneos oficiales, generalmente organizados por la DFB en Berlín, capital del país.
Su ilusión es hacer una carrera en Alemania ligada al deporte, ya sea como atleta o como profesional relacionado al tema. Hoy por hoy paralelo a la pelota debe liquidar aún 2 años más de preparatoria antes de asistir a la universidad. Su padre le dice que no debe descuidar el estudio, ya que el futuro en el fútbol es incierto.
¿Tenes familia futbolera?
Acá hacía natación y baloncesto y vóley aparte de fútbol. Estudié unos años en la Escuela Alemana, y eso me ayudó para con el idioma. Soy el único futbolero practicante de la familia. En la colonia donde viví acá me juntaba con chicos mayores para jugar y aprender más.
¿Te costó adaptarte en Colonia?
Sí. Sabía poco de inglés y alemán. Jugué en un equipo amateur antes de ir a Colonia. Al momento de jugar con Colonia solo podía decir “Ya”, para que me pasaran el balón. Luego me acostumbré a las palabras típicas para entrenar y jugar.
¿Cuánto tiempo estuviste en el equipo?
Jugué ahí desde 2011 hasta el año pasado. Este invierno me cambié al Bonner SC, porque en el Colonia me lesionaron la espalda con un rodillazo. Quedé mal y busqué recuperarme. Luego al retornar al equipo me di cuenta que debía volver al ritmo que tuve, y no pensaba conseguirlo con la exigencia que me proponía Colonia y la dura competencia que tenía. Decidí marcharme a un equipo donde el rigor disminuyera para recuperarme con menos prisa y volver a jugar fútbol con alegría. Por eso me fui al Bonner SC en 2015.
¿Qué día descansas al entrenar en un equipo profesional en Alemania?
Miércoles. El resto de los días es estudio y fútbol. Si quiero ser futbolista y sé que debo mucho sacrificar tiempo sin familia y amigos.
¿Muy duro el invierno?
Fue difícil pero me acostumbré. En mi primer invierno me enfermé. El clima gélido no ayudó nada a la recuperación. Pasé en casa a la par del calentador donde “hibernaba” para mejorarme.
¿Cómo fue tu primer día en el equipo del Colonia?
Fue pesado. Yo estaba en el Sub 16 del equipo. Fuimos a un pueblo. Empezamos a correr, luego gimnasio y luego lo táctico. Al principio no entendía nada, sobre todo por el idioma, pero luego me acostumbré al ritmo, el cual consideré muy exigente, tremendo. Entiendo escuchar alemán, pero lo hablo poco.
¿Qué tal el tema de las nacionalidades en el equipo?
Hay pocos alemanes nativos en el Colonia. La mayoría son turcos, italianos, africanos, de todas partes y mezclados. Por lo general este tipo de gente es más amistosa (no alemanes). Es difícil hablar con un alemán puro y hacer amistad. La gente de otros lados conversa más y tiende a ser más amigable.
¿Conociste a un futbolista del primer equipo del Colonia?
Sí. El delantero Anthony Ujah. Es un crack. Él ha sido un buen amigo mío y de los que estábamos en el equipo del Sub 16 de Colonia. Nos llegaba a ver a los entrenos, a saludarnos, a motivarnos. Súper persona. Fue contratado por el Werder Bremen recién. Pese a que él no hablaba alemán, nos llevábamos bien. Personas como él motivan y hacen que te sientas más en familia, justo en donde hay un nivel tan competitivo y donde los amigos son pocos, muy pocos.
¿Quién te entrenó en Colonia?
Kevin McKenna. Un exfutbolista canadiense que se retiró el año pasado. Aquí es ídolo. Con él aprendí muchas cosas que exige ser profesional a tan corta edad. Él jugaba con nosotros en los entrenos y era muy agresivo. Eso me hizo fuerte y me ayudó mucho. A veces también jugábamos fútbol sala para poder pulir la técnica. Es una gran presión las metas que te ponen para poder sobresalir. Con Colonia quedamos en el tercer lugar en la Junioren Bundesliga. El torneo que reúne a todas las categorías menores del fútbol profesional.
¿Ibas a ver los juegos del primer equipo del Colonia?
Sí. Nos daban entradas para todos los juegos donde le tocaba ser local. Nunca estuvimos mezclados con los aficionados o las barras. Siempre nos colocaban a parte, solo a los jugadores. El juego que más recuerdo es el último entre Colonia y Leverkusen, rivales acérrimos. Ujah, mi amigo, metió un gol y fue a celebrarlo con la mascota del equipo tomándola por los cuernos, estaba loco.
Cierto, la cabra, mascota del Colonia es tratada casi como una reina
Se llama Hennes VIII. Creo que es mejor tratada que nosotros. Le dan de comer, y la andan por todos lados. Es la mascota más famosa de la Bundesliga. La cambian cada cinco temporadas creo. Yo nunca pude tomarme una foto con ella, la cuidan mucho y no dejan que nadie se le acerque, a excepción de los jugadores del primer equipo. Permanece en el zoológico de la ciudad. Cuando entra al estadio la gente se para a aplaudirla y le cantan.
¿Qué tal es la relación con la hinchada?
Nada. No nos dejan estando en el estadio ser abordados por ningún aficionado. No quieren que se nos suba la fama a la cabeza.
¿Cómo te marchaste del Colonia?
Fue tras una lesión de espalda. Me costó recuperarme. Decidí cambiar de equipo en el último invierno para recuperar mi fútbol. En Colonia me fui pero dejé las puertas abiertas. Me gustó Bonner SC, siempre ahí en Colonia. Igual veré otras posibilidades.
¿Otros equipos?
Sí. Puedo irme a otra parte. Me gustan el Hertha Berlin, Hoffenheim o el Borussia Mönchengladbach. Estoy joven y sé que me falta mucho por jugar, no quiero estar estático, quiero seguir creciendo.
Supe que te gustaba el Hoffenheim. ¿Porqué?
Una vez tuve la oportunidad de ver cómo entrenaban los de categorías inferiores. Trabajan en base a las debilidades de los jugadores y sacan su máximo provecho. Por ejemplo si alguien quiere jugar en la banda, pero es lento, le dejan tareas de atletismo y velocidad, no lo dejan de central o en el medio campo por eso. Es decir, te ayudan a superarte y a cumplir tus deseos personales siempre y cuando beneficien al equipo.
¿Sos el único latino en Bonner SC?
Sí. También lo fui en Colonia. Europeos y africanos predominan.
¿Cómo seguiste de la lesión en la espalda?
Ya no siento nada. No tuve necesidad de operarme. Ya estoy al cien por ciento. Solo necesité ejercicios para ponerme de nuevo a tono. Ahorita tomé una semana más de vacaciones. Vuelvo el sábado para seguir jugando con el Bonner.
¿Qué posiciones jugaste?
Volante derecho o lateral. Ser defensor no me gusta, es muy difícil por el tema físico. Me gusta también estar en el medio campo, en el centro. Me gusta hacer trucos y no tanto apegarme a lo que el entrenador me diga. Requiere coraje hacer eso, porque se molestan mucho si pierdes el balón por hacer lo contrario a lo indicado.
Tu jugador favorito en la Bundesliga es…
Ribéry. No quiero imitarlo totalmente. Pero sí retomar un poco de sus fundamentos. Mi favorito total es Ronaldinho. Sus pases y su visión de campo es única. Sobretodo porque se divierte. Afuera la presión.
¿Tenes apodo?
Me dicen A-Fey. Les cuesta decir mi nombre completo. Ya me acostumbré. Así me pongo en el dorsal.
¿Quiénes son tus amigos en Alemania?
Un amigo de Túnez, uno de República Dominicana, uno de Marruecos y otro africano. No tengo amigos alemanes. Siempre vemos fútbol y salimos a comer. Son gente muy amistosa. El alemán es de “Hola y Adiós”. Si algún alemán se te acerca ha sido en mi caso solo porque soy jugador de fútbol, un poco por interés lo hace.
¿Juegan mucho Playstation en Alemania, eso merma a los jugadores jóvenes?
Hay algunos que juegan. Pero a la larga no son tantos, y logran a veces hasta aprender un poco de trucos de la FIFA. Pero nunca eso los disminuyó.
Los lugares más bonitos que visitaste viviendo en Alemania
Berlín me gustó mucho. Amsterdam también. Por cierto en Holanda los equipos chicos no tienen grandes jugadores, se generaliza que todos los tulipanes tienen excelentes futbolistas, pero no es así. Se exagera.
¿Te gustaría jugar en la Selecta?
Por supuesto que me gustaría jugar con la selección. Lucharé por eso. Si me dicen que tengo que venir a entrenar acá a El Salvador yo estoy en la disposición. Lo de la “Mannschaft” lo averigüé por curiosidad y es imposible. Es un nivel tan alto y de tanto rigor. He escuchado que ni los dejan reírse en algunas concentraciones. Yo espero mejorar mi currículo para poder jugar con la Selecta y aportar.
¿Qué tal la liga de acá?
No la sigo. Desconozco lo que pasa. Solo tengo un primo que está en las inferiores de Alianza. Se llama Ricky Rivas. Del resto nada.
¿Y si no hubieras jugado fútbol?
Mmm, no sé. Quizás me dedicaba al vóley de playa. Claro, no creo que hubiera querido ser profesional en ese deporte. Del resto de disciplinas nada. Natación es aburrido, baloncesto tampoco porque soy muy pequeño.
¿Qué estudiaras en la universidad?
Cualquier carrera relacionada con el deporte. Salud deportiva, nutrición, scouting, lo que sea relacionado con el fútbol. Pese a que aún me restan dos años para entrar, ya pienso en ello.
¿Cómo se vivió el festejo de la obtención del Mundial 2014?
Una locura. Todas las calles llenas. Ni un solo salvadoreño, mas no habían distinciones de razas. Ese ego o racismo no existió ese día. Cuando Götze hizo el gol todos nos abrazamos y festejamos. Fuegos artificiales, cerveza, todo fue una fiesta nacional ese día. Lo que me pareció curioso, es que ya al día siguiente ahí en Colonia, todo normal. Como que si no Alemania no hubiese amanecido campeona mundial.