Hablar de Évelyn es hablar de una súper mujer, en el sentido que a pesar del tiempo que estuvo parada por el nacimiento de sus hijas, empezar de nuevo, coger la bicicleta, no es fácil y ella lo pudo superar. El desempeño es como salir de un mundo que estábamos alejados, el sacrificio que ella hace en Colombia, eso dejar la familia, a toda su gente, para buscar estos triunfos que le gustan a todos los salvadoreños.
Detrás de todo esto se ve el sacrificio que debe hacerse, no es que solo salió y ganó, si no que saber lo que se hizo cuatro o cinco meses atrás, lejos de casa.
No es sorpresiva esta medalla, siempre he confiado en ella, ya llevo más de 10 años trabajando con ella, ya me he montado en el podio Panamericano con ella en Guadalajara, México. Para mi no es una sorpresa, yo sé las condiciones que tiene ella y me agrada mucho trabajar con ella porque sé que es una corredora que se deja trabajar, no tengo que estar insistiéndole de enseñarle ciclismo, ella se deja enseñar ciclismo.
Nosotros trabajamos para este evento, la ruta nos sirve un montón de preparación, para correr el sábado, más no es la prueba a la que le teníamos el número como es la contrarreloj en estos dos meses que nos estuvimos preparando en Colombia era para esta prueba. No contamos con un equipo como cuentan otras corredoras como en otros países para que ayuden a su capo, a su líder del país. Con una es complicado, pero no imposible