Grecia Serrano y Leidy Gutiérrez contagian simpatía. Son de Chalatenango y tienen 10 y 17 años. Amigas íntimas se dedicaron a la gimnasia rítmica desde que Olimpíadas Especiales empezó a implementar el deporte en las escuelas.
Atletas con discapacidad sensorial (hipoacúsicas), se entrenan dos veces por semana en la escuela de educación especial de Chalate. Grecia lo hace en cuarto grado, Leidy en sexto.
Utilizan el lenguaje de señas para comunicarse. Pero su felicidad se nota en sus rostros: “Estamos felices de estar aquí y representar al país”, afirma Leidy a su maestra Marina, quien viaja semanalmente desde San Salvador hasta Chalatenango para darles las clases de gimnasia. Y Grecia completa “contentas y emocionadas”.
Empezaron en la gimnasia viendo a otras atletas. Y desean más medallas para El Salvador. De expresiones encantadoras, sus ojos parecen decirlo todo. Y sus miradas, de un brillo maravilloso, tienen la virtud de conmover a todos.