El Salvador finalizó su participación en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 con grandes noticias y una memorable jornada de karate en el Hershey Centre, patrocinada por Jorge Merino, quien ganó medalla de plata al derrotar al argentino Miguel Amargos.
En la semifinal ante el ecuatoriano Andrés Loor, Merino supo manejar el combate, no perdió la calma y mucho menos la concentración que lo llevó a ganar 2-0 por yuko. Misión casi cumplida para el nacional que tenía en mente ganar el metal dorado.
En la final, Amargos le amargó la noche a El Salvador tras imponerse a Merino con marca de 3-1 por ippon. Antes, el nacional había consguido un punto por yuko. El reloj era su peor enemigo, Merino buscó dar otro golpe que lo acercara, pero no se consiguió.
En los grupos
El karateca salvadoreño empezó con un combate muy reñido, ante un viejo conocido como es el venezolano César Merino, con quien se disputó la medalla dorada en los pasados juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz.
Fue una derrota solo de 1-0, muy técnica, sin atacar mucho desde ambos lados. Un punto por yuko fueron suficientes para el de la vinotinto para agenciarse el triunfo, no sin antes recibir cuatro advertencias del réferi.
Luego se vinieron los otros dos combates del grupo, frente a dos rivales que Jorge Merino y su entrenador habían estudiado, pero que nunca enfrentaron hasta en los Panamericanos. El primero en probar el poder del salvadoreño fue el canadiense, que tenía el público a su favor.
Pero Merino no se acomplejó ni se le bajó la moral tras perder y que el canadiense Sarmen Sinani haya doblegado al chileno 8-0. El cuscatleco se aplicó y le impuso un 6-1 por yuko. Jorge se llevó las palmas hasta de los aficionados locales.
En el duelo de Jorges, Merino contra Acevedo (Chile), el nacional entró más tranquilo, sabía que con otro combate ganado entraba a las semifinales. Un 3-1 por yuko le bastó para ir a la siguiente ronda, la cual fue cuatro horas después en el Hershey Centre, escenario donde se disputaron todos los deportes de combate.
En karate se entregan dos medallas de bronce, entonces, al clasficar el salvadoreño a las semifinales aseguraba ese metal, pero Jorge quería más, había llegado a sus segundo Panamericanos con la convicción de que era posible darse el baño dorado.
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