¿Qué hizo?
A pesar de ser buena para la natación, donde ganó medallas en competencias infantiles-colegiales, Flor Young se apasionó por el baloncesto. Y fue una estrella en esta disciplina, desde 1977 hasta 1990.
Su despertar por el gusto de este deporte fue cuando, en 1975, pudo ver baloncesto en vivo en un juego entre el Liceo Salvadoreño contra el Inframen y vio jugar a Luis May, quien la inspiró: “Quería saltar, jugar y hacer el jumping shot como él”. También cuenta que vio un duelo entre La Divina Providencia y el Guadalupano, y tras perder las “pasionistas, con gran ilusión infantil pedí ir a ese colegio ya que quería ayudarlas a ganar. Así empecé mi corta pero fructífera carrera”, rememora.
Dice “Tucky”, sobrenombre con el que se la conoció, que “no sabía rebotar, mucho menos tirar o marcar”, pero realizó muchos sacrificios hasta lograr jugar en el titular. Fue fiel a los entrenamientos, a aprender, a soportar el “bullying” y hasta hacer horas extras tras las largas jornadas de entreno y tomar sus vacaciones para aprender lo mejor.
Y logró mucho de su entrenador José Sandoval. Hasta que en 1997, “ya era titular del equipo y un poste que pretendía dar todo para garantizar el tablero en defensa y ataque. Así conservé mi puesto de titular en todos los equipos que jugué”, asegura.
Con éxito hacia los títulos
Jugando para su colegio Divina Providencia, ese mismo año salió campeona colegial e invicta con la categoría Juvenil. Un año después, la institución se retiró y se quedó “con el sueño de buscar el campeonato colegial de Primera Categoría”. Pero luego (1979), jugó para el Centro Berkeley, en ese nivel, y logró el título.
Después, junto a siete exjugadoras de la Divina, formaron el quinteto Suprema y militaron en Primera, alcanzando el bicampeonato y fue Subcampeona Centroamericana, en el “Campeón de Campeones en Guatemala” (1981).
Precisamente, su inicio federado fue con Codipro (Colegio Divina Providencia) en Tercera; CID (Círculo de Informadores Deportivos) en Segunda; y Suprema en Primera Categoría. Y su recorrido la colocó con experiencia en la Selección Nacional (Juvenil y Mayor), desde 1978, siendo ascendida pronto a la mayor, donde participó en 1980 en un C.A. y el equipo logró bronce. “Escuchar el himno nacional vestida de azul y blanco no tiene comparación con nada en la vida.
Uno sólo quiere darlo todo por esos colores y se llora al cantar el himno”.
En cuanto a qué posición prefería, se sincera: “Jugué todas las posiciones que mis entrenadores me indicaban, fui forward, centro y hasta pasadora, posición que menos me gustaba. Pero lo mío era el poste, el tablero y la defensa, especialmente, el uno contra uno y la presión en toda la cancha. Me encantaba defender. Jugaba para el equipo y me encantaba recuperar la pelota y asistir a mis compañeras”, señala.
Young recuerda que le tocó jugar en una época dura, como la del conflicto armado. Y tiene como anécdota cuando Dios la salvó de que una bala no la impactara en la cabeza, cuando veía el baloncesto masculino. Pero confiesa que también servía como una forma de escape.
Trae igual a su memoria que en 1980 le dieron “la oportunidad de hablar de deporte y presentar el programa ‘Fútbol 80’s’ en Canal 4. Ahora que lo pienso, no sé de dónde sacaba tiempo para estudiar, trabajar y jugar mi adorado baloncesto”, manifiesta “Tucky”.
Como en la mayoría de los casos, el retiro se da en dos tiempos para los deportistas. Primero se van y luego vuelven. Así, Flor no lo dejó del todo en la década de 1980. En 1981, se fue del Suprema, y retornó para jugar hasta julio de 1982: “No es algo que recuerdo con agrado, pues amaba el deporte” y añade que lo hizo “por razones personales”.
Sin embargo, pasó a jugar en torneos universitarios con la Universidad Matías Delgado, donde alcanzó el bicampeonato (1983-1985), y luego en el equipo Linda Travel. Así que el retiro llegó en 1990.
¿Qué hace?
Flor Young se graduó como licenciada “en Mercadeo y luego de la Maestría en Administración de Empresas del Incae”. “Trabajé en Gerencia y Dirección de Mercadeo en empresas dedicadas a la comercialización de productos populares. Me dediqué a brindar asesorías y consultorías, y a impartir clases y seminarios de mercadeo. Trabajé con Incae, Fepade y la Mónica Herrera”, resume.
En 2002, y por “circunstancias de la vida”, la “nombran Diplomática en la Embajada de El Salvador en Washington, D.C. Oportunidad que aproveché al máximo para servir a mi país”, recuerda.
La exbasquetbolista realizó varios proyectos, atendió Misiones Comerciales, participó en Convenciones de Salvadoreños y en la organización de las Ferias de Vivienda, entre otros.
Actualmente, se dedica a dar asesorías y trata “de cumplir algo que no sólo es un sueño, sino casi una obligación para mí: escribir una novela”. Es además una de las administradoras “de la página en Facebook ‘Época de Oro del Baloncesto Salvadoreño’, que nace de la idea de jugadoras de la época de los ‘70 y ‘80 y de un único jugador, Jorge Cucalón”, explica. Ahí, comparten fotos, anécdotas e historias de jugadores salvadoreños.
Perfil y triunfos
Nombre: Flor De Suyapa “Tucky” Young.
Edad: 54 años.
Estado Civil: Soltera.
Deporte: Baloncesto (1977-1990).
Posición: Defensa (preferida).
Categorías: Colegial, Tercera, Segunda y Primera Nacional. Selección Nacional (convocada a Juvenil en 1978 y a Mayor de 1979 a 1980; 3º lugar en C.A. en Guatemala).
Palmarés: Campeona con: Juvenil A, Divina Providencia; Codipro (3ª Cat. Nac), Academia Centro Berkeley (1ª Cat. Colegial). Y bicampeona con CDI, Suprema (además, subcampeona C.A.) y “U” Matías Delgado.
Entrenadora: En la Escuela de Baloncesto La Constancia; y con anterioridad, a grados menores de su colegio.