Lejos ha quedado la época de bonanza deportiva en la que había atletas destacados en varias disciplinas deportivas en el país. Ese periodo, bajo la tutela de Enrique Molins y que finalizó con Jorge Hernández, contó con apoyo estatal, pero terminó hace más de seis años.
Ahora, obtener medallas internacionales no solo es algo complicado para el país, sino que incluso las predicciones de los más optimistas, Comité Olímpico de El Salvador, como de la prensa y del Instituto Nacional de los Deportes, revelaban que se podía aspirar a unas tres preseas en los Panamericanos de Toronto 2015, aunque no se apostó por colores específicos.
La mayor esperanza para el INDES y para la prensa deportiva era Jorge Merino. Para algunos, debió ser incluso el abanderado nacional precisamente por su proyección.
Fue precisamente el karateca el que luchó y llegó a rozar la segunda medalla de oro en Panamericanos para el país, tras la de Cristina López en la marcha de Río 2007.
El mismo karateca había dicho que iba por el oro, pero, pese a la derrota en la final, se trajo un buen resultado.
También volvió a responder Évelyn García. Para algunos, su resultado es un retroceso debido a que pasó de ser medallista de plata en los Juegos de Guadalajara 2011 a un bronce en esta edición, siempre en contrarreloj.
Algunos optaron por justificar este resultado porque viene de un embarazo y de un corto entrenamiento. No es así. García sí había parido recientemente… pero para los Juegos de Veracruz 2014, no para Toronto 2015, para los que ya pasó más de un año, para los que tuvo más entrenamientos fuera de casa que muchos atletas nacionales, y, para suerte y por fruto de su trabajo, compite con un equipo europeo.
Lo cierto es que el bronce de Évelyn solo puede ser un retroceso para el que ve superficialmente las cosas. La santaneca mejoró su tiempo en relación a Guadalajara por muchísimo, pero, como en cualquier deporte, no solo puede observarse lo que hizo uno, o lo que hizo el atleta nacional. Las rivales que le superaron lo hicieron simplemente mejor que ella, pese a que la salvadoreña tuvo su mejor performance en cuanto al tiempo que le valió un tercer lugar.
Por último, Lilian Castro obtuvo un más que meritorio bronce. La joven ya estaba clasificada para los Olímpicos de Río 2016 y se sabe de su potencial. Se esperaba que diera batalla, y respondió con creces.
Había esperanzas con Julio Salamanca (pesas), y Ana Ramírez (tiro) se metió a dos finales y demostró que tenía madera para subir al podio panamericano, pero se cayó a la hora buena. De por medio, salieron a la luz una serie de situaciones de lo precario de la preparación nacional, de las condiciones con las que participan. Vale recordar que el pago de las becas se ha retrasado por trámites burocráticos después de que Indes hiciera un sistema individual para la otorgación de fondos, y no a través de las federaciones.
Así las cosas, Julio tenía que pedir dinero prestado para poder comprarse algunas vitaminas y suplementos de vez en cuando. Y Ana tuvo que competir con uniforme prestado y con un fusil viejo.