Ousman Manneh es un joven futbolista gambiano perteneciente al Werder Bremen y que recién debutó con el primer equipo. De no creer, anotó 4 goles en 15 minutos a sus 18 años.
Esta es una historia que recoge el periódico italiano La Gazzetta dello Sport. Ousman Manneh hizo lo que miles de personas en su país hacen cada año huyendo del clima de terror creado por el dictador Yahva Jammeh, en el poder del pequeño país africano desde hace 21 años.
Manneh con tan solo 16 años se escapó solo, sin ningún familiar ni amigo que pudiera acompañarle en tan largo viaje. Tras miles de kilómetros llegó a Bremen a principios de 2014 y fue ingresado en un centro de refugiados (en Alemania hay muchos) para menores de edad, donde compartió techo con otros 17 muchachos, refugiados como él, que también habían escapado de sus países de origen.
El chico Manneh tenía un don especial que no tenían sus compañeros: jugar muy bien a fútbol. Su talento no escapó a los ojos de los técnicos del Blumenthaler SV, un club de categoría regional de la zona de Bremen. Disputó 12 partidos y marcó la considerable cifra de 15 goles, a más de un gol por partido, lo que atrajo la atención del Werder Bremen de la Bundesliga.
El Bremen decidió que fuera parte de la plantilla de su segundo equipo, que juega en la Serie C del campeonato alemán. Ousman destacó desde el primer momento. En un encuentro ante el Rostock y con 1-0 en contra, da la asistencia del empate y consigue el gol que voltea el marcador. Los técnicos deciden premiarle y le convocan con el primer equipo para un partido amistoso que el Bremen debe jugar ante el Wilhelmshaven.
Está claro que se trata de un rival de categoría inferior, pero cuando Ousman Manneh saltó al terreno de juego para disputar la última media hora, el resultado era de 3-0 para el Bremen. El partido finalizó 7-0 y Ousman marcó los cuatro goles en un periodo de 15 minutos.
Si el Bremen logra hacer que Manneh pueda romperrla en Bundesliga, formaría una dupla letal con Anthony Ujah. Tal vez es pronto para hablar de ello, pero la salida del argentino Franco Di Santo es ya un aliciente para Viktor Skrypnyk, el DT.
Hace unos meses, Ousman cumplió los 18 años y abandonó el centro de acogida. Ahora puede permitirse el alquiler de un bonito apartamento con los 2.500 euros al mes que le pagará el Bremen hasta 2018, aunque pronto obtendrá una nueva propuesta de contrato. Mientras, en su país, miles de personas siguen sufriendo desapariciones y detenciones a diario.
Ousman no quiere hablar del pasado, ni de su país, debido a que las heridas son demasiado profundas. Torsten Frings, segundo entrenador del Bremen, explicó que:“Ousman vive para el fútbol. Y eso es lo que pedimos”.
Todavía le queda mucho por decir a este Ousman Manneh, procedente de un pequeño país pero con un talento enorme. Acá, el video donde mostró sus facultades en el último juego amistoso para el Bremen en julio: