El Santa Tecla arrancó a lo campeón la defensa de su título, con un gran ritmo de juego, con una precisión abrumadora y, si no acabó haciendo más goles, fue porque les faltó un poquito de puntería y saber manejar mejor los tiempos en el complemento.
Juventud Independiente, aquel que tenía el balón, que jugaba de tú a tú, que arriesgaba a veces en demasía por dar un buen espectáculo y por llegar al arco rival, ya no existe. Este es un nuevo grupo, es un equipo totalmente reformado, que sufrió múltiples bajas, desde su cuerpo técnico hasta hombres claves en todas sus líneas, y su filosofía de juego ya no existe tampoco.
Tendrá que irse encontrando poco a poco, pero en Las Delicias, se vio perdido a ratos ante la serie de toques de un cuadro tecleño que, si bien dominó, también pudo encajar goles.
Tras apenas minutos de estudio, el cuadro que dirige Osvaldo Escudero tomó control de las acciones a base de toques, y de movimientos y cambios de posición entre Maldonado, Rivera y Mayén. Tienen ya el juego de memoria en este equipo, que, pese a no contar con todos sus elementos, se vio más que conjuntado.
Si tuvo ocasiones Juventud, fue más producto de errores del Tecla que de un funcionamiento en conjunto que los pusiera en buena posición, aunque vale decir que mejoró el cuadro de Opico en el complemento, sobre todo porque se atrevió, y porque el trámite también llevó a que los locales administraran más y arriesgaran menos.
Sobre el 9?, robó un balón César Larios, en una de sus pocas acciones, que derivó en un remate de media cancha de José Castellanos, quien casi sorprende a un salido arquero Derby Carrillo, pero el balón se fue apenas afuera.
Después, todo fue para el Tecla en esa primera mitad, en la que al 22? abrió la cuenta tras un remate de Iván Mancía con la derecha, abajo, al rincón, en medio de un mar de piernas porque la jugada surgió de un balón parado.
El tanto le llenó de confianza a los locales, que no solo dominaron, sino que pusieron espectáculo, taquitos, dejadas, quiebres, grandes combinaciones. Y el segundo llegó al 38?, en una contra en la que Maldonado asistió a Herrera, quien definió ante la salida del meta Ramírez.
Con el 2-0, Santa Tecla dominaba más a placer, y dejó la sensación que pudo liquidarlo. Pero no lo hizo. De hecho, recién arrancado el complemento, se perdió una clarísima Ferreira, al disparar, casi cayéndose y a puerta vacía, hacia arriba una gran asistencia de Herrera, a quien salió a tapar el ángulo el meta Ramírez.
No lo sentenciaba el cuadro local, y al 66? casi le descuenta Juventud, cuando se escapó José Alvarado, y, al ir por un balón rebotado, salió muy tarde el arquero Carrillo. Cabeceó el delantero de Juventud, pero la bola se fue desviada.
El partido se puso bueno porque Juventud arriesgaba ya con más sentido, y, aunque sufría mucho atrás a las contras, dejaba sensación de peligro real. El meta Ramírez salvó sobre el 72? un gran remate cruzado de Mayén, en una jugada colectiva tecleña.
Se le complicaron las cosas a los dirigidos por Escudero desde el 78’ porque, además de no haber sentenciado, se quedó con uno menos después de que Maldonado recibiera tarjeta roja directa, por pisar a Landaverde cuando este estaba en el suelo.
Era el momento perfecto para que Juventud tirara toda la carne al asador para tratar de rescatar un partido que, al menos tras la primera parte, parecía imposible porque les habían dominado. Para colmo de males, sobre el 83’ se lesionó el arquero de los tecleños, Carrillo, y tuvo que llegar frío y de improviso Juan José Trinidad.
Sin embargo, ya no tuvo ideas la Juve, un equipo que, si bien mejoró en el complemento, tendrá que afinar mucho aún si quiere volver a ser protagonista como en los torneos recientes.