Los emplumados, que jugaron con uno menos por 61 minutos, castigaron a Dragón con la derrota, por no aprovechar las ventajas que se les presentaron en la cancha. Nicolás Muñoz, quien llegó al 60?, fue el verdugo de los mitológicos, al anotar el gol del triunfo (89?). Al final, el derby se pintó de naranja.
Mucha expectativa en este nuevo Águila, después del fracaso del torneo anterior donde no se clasificaron ni a semifinales. Prueba de esa nueva confianza, fue el buen número de aficionados que llegó, aprovechando también las fiestas agostinas, muchos lo hicieron desde la capital.
Deportivamente, los dos equipos tuvieron que superar los nervios de los primeros instantes de este el primer partido para ambos. Muchas imprecisiones, en el traslado del balón y pesadez, en el control del mismo.
Pasados los primeros quince minutos, el partido fue mejorando y los equipos demostrando sus capacidades.
En una dinámica pareja, los negronaranjas fueron los primeros en llegar con peligro, con algunas centralizaciones a Williams Reyes, quien con dos cabezazos encimó sobre la meta de Manuel González.
Posteriormente lo hicieron los mitológicos, con algunos disparos desde fuera del área, que se fueron desviados. Wilman Torres, Milton Rodas y Ricardo “Chino” Orellana fueron quienes probaron desde esa distancia.
Este era el momento del Dragón, el cual tomó más apremio cuando en una jugada en espacio corto, burlaron el fuera de lugar y permitieron que el colombiano Hector Lemus se fuera solo, con oportunidad para anotar. Pero antes de que este entrara al área, el central Eder Arias lo derribó con una barrida por atrás, por lo que el central Elmer Bonilla no dudo en sacar roja directa.
Tras la sanción surgió el tiro libre, que “Chino” Orellana cobró elevado, tomando más altura con un desvío en la barrera, el cual hizo que la pelota se fuera a estrellar al larguero. Estos momentos hicieron que los emplumados viviera momentos de presión, con el desenvolvimiento del colombiano Lemus, que los hizo pasar muchos problemas.
El reto para los migueleños, que con un hombre menos, tenían que proponer, porque su afición se los exigía, y cuidarse en defensa, por la baja de un central, que el técnico Eraldo Correia trató de sanar con el ingreso del colombiano Jhony Rios, por Girón.
Para los emplumados, el final del primer tiempo fue un alivio, mientras Dragón lamentaba no estar ganando el partido, pues terminaron siendo superiores.
Águila salió con otra mentalidad para el segundo tiempo, con un poco de más confianza y arriesgando, a pesar de estar con un hombre menos. Con esa actitud, fue que volvieron a llegar con peligro, con otro centro de Gutiérrez, que a Reyes, quien de cabeza exigió a la estirada de González, quien logró rechazar la pelota.
Los momentos de apremio, en los emplumados, también los hacía adelantar líneas. Dragón aguantaba y contragolpeó, a pesar de tener el jugador de más en la cancha, estuvo cerca de abrir el marcador, en una penetración por la izquierda, en la que Wilman Torres pecó de egoísta al tratar de definir, en lugar de pasar al centro a dos compañeros con mejor perfil.
Las situaciones tácticas se perdieron para los últimos veinte minutos del partido. En completo desorden los dos equipos se rebuscaron para llegar con alguna opción de peligro sobre la meta rival. Todo era más producto de la desesperación. Los creativos ya no dieron más que tirar el pelotazo.
Pero el pecado de Dragón de no definir lo pagó caro al final, cuando ya todos se resignaron al empate. Wilson Rugamas se atrevió a dominar el balón y entrar al área y pasar a Nico, quien antes de conectar la pelota recibió la falta de Ulloa, quien fue expulsado por esta acción (86?).
El mismo Muñoz se hizo justicia, al convertir el tiro desde los doce pasos, en el gol de la victoria (89?), que da los primeros tres puntos a los migueleños.