Sonsonate no pudo celebrar de manera completa su fiesta por regresar como local, a la primera División, donde hasta inauguraron la iluminación de su estadio. Águila les terminó amargando esta celebración, con una victoria (3-0), que por ahora los coloca en el liderato.
Los emplumados presentaron cinco variantes en comparación al partido anterior, por la ausencia de cuatro jugadores que viajaron a Estados Unidos y uno por suspensión, que fue la de Eder Arias, quien también estuvo en el amistoso. Mientras en la banca se reforzó con seis reservistas.
Los locales no representaron variantes y con el empuje de su afición, tomaron la iniciativa en el partido, con una marca a presión en el mediocampo, cortando la creación del equipo migueleño, robando el balón y siempre buscando al mejor jugador, para generar llegada con algunos balones en profundidad.
Con ese buen inicio, en los primeros diez minutos, los cocoteros tuvieron dos buenas aproximaciones. La primera, a los tres minutos, con un disparo en el área de Fran Medrano, que se fue sobre la portería. Luego, a los nueve minutos, el juvenil Gabriel Soriano no pudo ante Benji Villalobos, en un duelo ante el portero.
La dinámica que sostenía el equipo sonsonateco era por el ritmo que le imponían Medrano junto con Rodolfo Pimentel, controlando el tiempo del balón y buscando los espacios, para causar daño en profundidad, con los desmarcajes del colombiano Fredy González.
De Águila todo era parte del empuje que realizaban desde la línea defensiva, a través del pelotazo y sin mayor idea. El delantero Williams Reyes fue bastante sacrificado llegando hasta atrás para recoger balones. Por su parte, Cristian Bautista, su compañero en el ataque, trataba de ganar espacio con alguna individualidad y velocidad, para dejar marcas.
Sin embargo, el fútbol volvía a ser generoso con el equipo migueleño, que no había generado ninguna de peligro sobre el área rival. A penas podía llegar y ocasionar disparos desde fuera del área, que se fueron desviados.
Hasta que al minuto 28, en una centralización del juvenil Erick Villatoro, que el defensor cotorero Rosenberg Cuevas tocó con la mano en el área, en su intento por despejar la pelota. Williams Reyes se encargó de convertir en gol, el lanzamiento desde los “doce pasos”, con un tiro casi a media altura, a la derecha, y que el portero Argueta estuvo a punto de atajar.
No hubo una celebración emotiva de parte de los migueleños, pues quizá reconocían que con muy poco se estaban poniendo arriba en el marcador y que si no mejoraban, este tanto no representaba mayor garantía.
Tomaron vuelo
La ventaja fue que los sonsonatecos se “asustaron” con el gol en contra y no pudieron reaccionar para mantener el buen ritmo con el que habían iniciado. Perdieron algunos balones de manera infantil, a la vez se perdieron en la marca y cometieron fallas defensivas que les costaron muy caro al final del primer tiempo, con dos anotaciones más en su contra.
Águila aprovechó estas facilidades para definir con dos cabezazos, en el 43’, tras un tiro libre por la izquierda, que Bautista definió, al ganar en el salto a los centrales. Luego, en el 45’, con un balón que llegó al área y que la defensa no logró rechazar, para la segunda anotación de Reyes, sobre la salida de Argueta.
La afición sonsonateca empezó a exigir un cambio de actitud dentro del plantel local y hasta recomendaron algunas sustituciones, mientras el cuerpo técnico discutía brevemente lo de la primera mitad.
Con dos sustituciones trató de responder el técnico Germán Pérez buscando recuperar la proyección ofensiva, pero la desesperación por el resultado apareció con el inicio de este segundo tiempo y difícilmente sabían controlar el balón.
Para Águila, lo del segundo tiempo fue más de aguantar, aprovechar las carencias que los sonsonatecos ahora tenían, para llegar a una anotación más, reapareciendo otra vez de menos a más. Esto que parece ya una constante en este equipo, después de las dos jornadas, donde las fallas del rival, han sido sus fortalezas.