Tras caer en su debut, sobre el final del partido, y con un penal más que dudoso, el cuadro de Dragón llegaba a la segunda fecha con el orgullo herido, y salió con todo ante el campeón Santa Tecla que, de ganar, compartiría el liderato con el Águila.
Apenas sobre el 4?, se encontró con el gol el conjunto “escupefuego”, en una acción que surgió de la presión. Y es que Wilma Torres robó un balón, se lo pasó filtrado a Gerson Serpas y el meta salió a atropellar a este último. La bola quedó suelta. Era falta pero no la señaló el réferi, y apareció en solitario Héctor Lemus para mandarla al fondo, a puerta vacía.
Con el gol, Dragón le cambió los planes al cuadro tecleño, y pudo pasar a hacer un juego sin tener que arriesgar mucho, más equilibrado. Ganó en confianza y se vio mucho mejor que el campeón nacional, que estaba muy impreciso en los pases, y cortado en el medio campo.
La ausencia de William Maldonado, por expulsión en la primera fecha, se sentía. El ingreso del colombiano Luis Ninestroza no cuajaba del todo; le falta, sin duda, minutos con sus nuevos compañeros para poderse entender.
Dragón hacía diferencia porque ponía más garra y estaba un poco más ordenado. Sacaba de quicio a los delanteros con la fuerte marca de Luis Hernández, Jaime Torres y Cristian Portillo, a veces, al filo de lo legal. Y en otras acciones, querían engañar al árbitro los tecleños, sobre todo Ferreira en un par de acciones.
Apenas sobre el 8?, pudo marcar el empate el cuadro visitante, cuando en un tiro libre cobrado por Barahona, apareció solo en el área
Sobre el 17?, pidió penal la gente del Tecla, por una supuesta falta de Torres sobre Ferreira que no existió nunca, pero comenzaban ya las molestias, el palabrerío, entre jugadores y réferis.
Tras ello, volvió el control de Dragón, que pudo poner el segundo sobre el 24?, en una gran jugada y combinación, que cerró con pared para Aurelio Vásquez, en el área. El “Clavija” sacó un potente disparo que salvó en la línea el defensa tecleño Barahona.
Apenas un minuto después, Gerson Serpas se escapó y tuvo un mano a mano, pero lo desperdició al tirarle el balón al cuerpo al meta del cuadro campeón.
Santa Tecla, poco a poco, hacía algún mérito, pero era de manera esporádica, y le faltaba profundidad y precisión. Aunque sobre el 34?, fue el mérito del meta local el que evitó el empate, al desviar el balón que prendió de chilena Irvin Herrera, y que terminó pegando en el travesaño.
El primer tiempo cerró con tarjetas para los tecleños Escobar y Barahona, por reclamos, y para Josué Hernández, de Dragón, por falta. Y el segundo arrancó con los mismos problemas, mucha molestia de los jugadores, mucho teatro, y también mucho juego sucio que complicaba la labor de los réferis, quienes tampoco andaban muy acertados.
Cambió el juego
Para la segunda mitad, las acciones eran similares, pero todo cambió al 56?, cuando fue bajado en el área Ferreira por Jaime Torres. El réferi no dudó en pitar el penal, y el brasileño se hizo justicia. Luego se fue a celebrar con las manos en las orejas.
Aparentemente, el línea interpretó que se burló de la afición o del banquillo local y llamó al central, quien le mostró la tarjeta roja directa. Pese a los reclamos y la explicación, no hubo cambio de decisión, y Ferreira incluso salió de la cancha lanzando amenazas al cuarto réferi. Habrá que esperar el informe arbitral para saber qué dijo.
Lo cierto es que el empate fue agridulce para el conjunto tecleño al quedarse con un hombre menos y con tanto partido por delante para un Dragón que no había liquidado el juego a la contra por falta de precisión.
Pero lo consiguió al 67?, después de que Lemus fuera bajado en el área por el meta Trinidad. Era el último hombre, pero el réferi solo marcó la pena máxima y tarjeta amarilla, tras un gran balón que le filtró Wilma Torres. Lo cobró el arquero Meme González para darle la victoria a su equipo, la primera del torneo, y sobre el campeón, que se quedó con tres puntos en la tabla.
Pudo anotar otro el Dragón al 84?, cuando Lemus dejó a medio mundo y se quitó al portero, pero tiró la bola arriba cuando perdía ya el equilibrio.
Al final, festejo local en un partido muy caliente.