Ha sido un año negativo para las selecciones nacionales. La Sub-23 se sumó a la lista de equipos salvadoreños que quedaron fuera en el camino sin llegar al puerto (como sucedió con la Sub-17, la selección femenina y no pudo llegar a la última ronda como la Sub-20).
En un juego aceptable y donde soñó con el pase directo al Preolímpico o, al menos con la repesca, luego de empatarle 2-2 a Panamá al 61’, luego de estar abajo 2-0, terminó en pesadilla con un gol al 79’ de Edgar Barcenas.
La mayor tristeza del equipo, dirigido por Juan Ramón Sánchez, fue que pesó el gol legítimo que no convalidó el árbitro hondureño Óscar Moncada.
El volante José Santos Ortiz se quejó de ese error del silbante que influyó en la eliminación del cuadro salvadoreño en el camino a los Juegos de Río 2016. “Dimos alma, vida y corazón en este partido, orgulloso de este grupo; pero a veces no puedes hacer nada con las decisiones de árbitros tan malos, cómo nos roban este gol, fue gol clarito solo ellos no lo vieron. Duele cuando ves que nos roban así”, dijo.
El delantero Romel Mejía compartió su sentir en su cuenta de Facebook: “El dolor de un guerrero se nota en su batalla, esta noche (el sábado) vivimos la parte dura del fútbol; pero luchando hasta el final se viene un futuro por delante con la frente en alto a encararlo, gracias a todos por su apoyo”.
El portero Adolfo Menéndez indicó: “Qué difícil y duro es esto del fútbol. Pueden criticar y decir lo que quieran pero se dio todo lo que pudimos. Cuesta, pero hay que levantar cabeza y continuar. Ojalá sigamos juntos, tengo grandes compañeros a mi lado y un gran entrenador y cuerpo técnico”.
Por otra parte, el volante Jairo Henríquez estará tres meses inactivo por una fractura espiral en el peroné de su pie izquierdo, según confirmó Ernesto Góchez, coordinador de selecciones. Baja sensible para su equipo FAS.