CHALATENANGO. Ni para el norte, ni para el oriente. Ni Chalatenango, ni Pasaquina lograron ayer concretar, en un partido que supo controlar y crear opciones los locales, pero en el que los “burros” lograron defenderse y sacaron un buen “negocio” al sumar a domicilio (0-0). Ahora, ambos esperan sacarse la espina de esta paridad el miércoles, porque urgen de más puntos.
Eso sí, el juego a pesar de ser un arranque tibio dejó unos primeros cinco minutos con la posibilidad de que cualquiera se pusiera arriba. A los cuatro, el primer disparo de los “burros” llegó cuando Neymer Miranda, por banda izquierda, estrelló un balón en el poste; a la contra, un minuto después, sería un cabezazo que se iría elevado por parte de Kordell Samuell, para los locales. Un “¡uh!” intenso se escuchó en los graderíos.
Los norteños se entusiasmaron y empezaron a apretar, ya que a las ocho, llegó otro cabezazo de Samuell, tras un tiro de esquina, que rechazó el zaga Víctor García. No era que Chalate dominara, sino que Pasaquina lo estaba dejando jugar y se tiraba atrás para defenderse, además de perder cierto orden y no encontrar salida por el medio, donde ni Juan José Romero, ni Francis Álvarez pesaban y perdían fácil los balones.
Los chalatecos buscaban con trazos largos a Samuell y a Bladimir Díaz, para tratar de sorprender; mientras Marcelo Messias y Miguel Solís, en el fondo, mantenían al margen a Miranda y a Alex Campos. “El Murciélago” intentó sorprender (16’) con una incursión por izquierda y un pelotazo punteado que se fue al costado de la meta de Ismael Valladares.
Pero en veinte minutos, a pesar de las intenciones, el juego no pasó a más. El factor sorpresa desapareció y se cayeron en algunas imprecisiones en entrega de balón, por parte de ambos equipos. El ritmo de juego bajó y no hubo ideas claras en ataque y se limitó a entrega de balones que terminaban fallidos e individualidades, como cuando Óscar Rodríguez se animó a rematar de media distancia, un trazo que se fue desviado y volvió a hacer aparecer el aplauso local (29’).
Pero a pesar de que los “morados” ponían un tanto la diferencia en ir al frente, a los unionenses les estaba saliendo bien defenderse, porque dominaban la última línea a diferencia de que no conseguían tener presencia en el área de Valladares. Miranda intentaba poner su cuota en algunos disparos sin dirección, y era el único que conseguía abrir espacios y probar suerte, por si alguna lograba romper el cerrojo en el marcador.
Esto porque ni Yuvini Salamanca, ni Kevin Sagastizado, quienes ya después de 40 minutos habían rotado sus bandas, lograron meter centros que llevaran peligro y se limitaron mucho a acompañar jugadas sin hacer diferencia.
Con llegada, pero sin gol
En la segunda mitad, Chalate apareció más ofensivo y con más profundidad, con Ronald Pimentel más ofensivo y con buena salida de Rodríguez, quien trataba de tomar la iniciativa de los norteños en el mediocampo.
Pasaquina se resguardaba, esperando algún contragolpe o las estacionarias, permitiendo algunas faltas y buscando anotar con los cobros de Salamanca. También el cuadro del norte tuvo posibilidades con los tiros libres, pero terminaron sin encontrar quién los rematara.
Las opciones de llegada las siguió generando Rodríguez, el juvenil se movilizaba fácil por la izquierda y cuando tuvo que servir o recibió en el área buscó dominar y remató como pudo, en un esfuerzo por tratar de disparar a marco, donde el portero Gustavo Vega estuvo muy atento.
Pero el partido tuvo una pausa de algunos minutos, por una lata que fue arrojada desde el sector general hacia el terreno de juego, eso dejó una pausa obligada y enfrió el partido.
En la reanudación, pareció que ya estaba calcado el juego, y entró en la parte final con las mismas ideas, tiros y desconcentraciones. Cada equipo, realizó modificaciones para mover sus ataques y generar llegadas, pero nadie consiguió hacerlo con alguna de peligro extremo, solo la presión de Samuell, que encaraba y proponía.
Así sirvió una el caribeño (85’), que no alcanzó a conectar Manuel Otero frente a la portería, y que posiblemente pudo hacer la diferencia. Ese tramo final fue cerrado para Pasaquina, que con uñas y dientes se aferró a defenderse, para rescatar el punto.
Chalatenango lo peleó y presionó al cierre, ante unos orientales que supieron defenderse, pero no encontró el tanto que rompiera el 0-0 y diera el sabor dulce de la victoria que sigue necesitando. El oficio, definitivamente, fue para Pasaquina, que trata de seguir con buen paso en el torneo.