Fue un tiempo para cada equipo, en resumen. Dragón le quitó el balón a Juventud en los primeros minutos y, prueba de ello, lo plasmó en un gol.
El cuadro opicano pasó de jugar desesperado a ordenarse y volver al guión que le ha dado una identidad, bajar la pelota a ras de piso y su mayor posesión en el complemento obligó a un Dragón a bajar la guardia y a proteger con dientes el empate.
El portero Manuel González, de los mitológicos, habló del deseo que existía por romper esa mala racha de salir de Opico sin un triunfo.
“El sueño de ganar en Opico estaba pero es curioso que aquí comenzamos ganando y le dan vuelta. El punto no es del todo malo. De visita nos había costado sumar. No es que al final del partido nos dedicamos a defender, si no que Juventud nos tuvo embotellados”.
Su compañero Wilma Torres mencionó que el árbitro Rodolfo Castillo afectó en el resultado al señalar la falta de tiro libre que terminaría en gol al 56’.
“Molesta cuando sabes que una jugada no es falta en contra. A nosotros nos tocó sufrir eso. Allí llegó el gol de Juventud y por eso fue que reclamamos, no era justo”. Torres agregó: “Nos está costando ganar en la cancha de Juventud. Por un momento creí que lo lograríamos”.
Por el bando arqueológico también hubo reacciones. El capitán Óscar Jiménez señaló que dejar ir puntos de local es negativo pero también destacó que Dragón puso oposición y terminó jugando inteligente en el tramo final.
“De local debe ser nuestro fuerte siempre, no se pudo esta vez, pero en el segundo tiempo dimos muestra de que queríamos evitar que Dragón saliera con un punto. Pero debo reconocer que tuvimos a un gran rival, pero lo positivo es que mantuvimos el temperamento”.
Jiménez agregó “Dragón terminó tirado atrás con ocho jugadores defendiendo y solo con los dos morochos (Jackson y Lemus) arriba pero esa estrategia les sirvió”.