El cuadro de David Omar Sevilla se está asentando cada vez más en el torneo. Su casa se está convirtiendo en un castillo y, salvo en el juego que jugó en condición de visitante ante Águila, cuando fue local en el Barraza, contó salidas a la cancha como victorias.
El jueves no fue la excepción ante un cuadro chalateco que le falta todavía para poder competir, para poder aspirar a su primera victoria. No lo hace mal el cuadro norteño, pero no tiene mucha profundidad, y en defensa se ve bastante lento. Los errores los está pagando caro el conjunto de los “alacranes” y, si bien no fue dominado en su totalidad por los “escupe fuego”, estos casi no sufrieron atrás, salvo en algunos errores del meta Meme González por arriba.
Abajo, la defensa se mostró muy sólida casi todo el tiempo, y en el medio, Wilma Torres y Cristian Portillo tuvieron un partido bastante aceptable. Arriba, Héctor Lemus complicó a casi todos los defensas. Por ahí se marcaron las diferencias en el encuentro. El partido tuvo pocas ocasiones claras, aunque siempre propuso un poco más el conjunto local. Pero la ventaja en el marcador la consiguió por un error del capitán, del más experimentado en el conjunto chalateco.
En un cobro de tiro libre, tomó del brazo a Lemus. El espigado delantero se dejó caer y el réferi pitó el claro penal, que fue convertido en gol por el meta González sobre el 16’. Fue su segundo penal acertado en la campaña. Con la ventaja, ganó en confianza el plantel dragoniano, que llevaba cierto peligro con los disparos a balón parado de Cristian Portillo, y con la velocidad de Lemus. Chalate comenzó a padecer del pelotazo y la falta de ideas.
No estaba fino Ronald Pimentel, y Moisés Hernández era un “fantasma”. Así, no había llegada por las bandas ni defensa por esos lados de los morados. El único que marcaba cierta diferencia, por el centro, era el juvenil Óscar Rodríguez, pero lo dejaban muy solo, y tampoco lograba conectar con Otero y con Samuell adelante. Apenas un disparo de Samuell, hacia arriba, fue el remate de Chalate en el primer tiempo.
Para el segundo, el partido se puso más trabado. Intentó adelantar líneas la visita, pero Dragón se replegó bien y fue al choque sin renunciar al ataque. Sobre el 62’, tuvo una ocasión el conjunto visitante cuando, tras un cobro de balón parado, el meta González no pudo capturar un centro fácil.
Soltó el balón y este le llegó a los pies a Samuell, quien remató potente, pero el tiro fue rechazado por la defensa local. Dos minutos después, el recién ingresado Jackson De Oliveira le puso un “bombón” a Gerson Serpas para que sentenciara el encuentro. Entró solo por izquierda el joven delantero, pero le regaló el balón a las manos al meta chalateco Valladares.
El partido era más parejo que en el primer tiempo, y ambos conjuntos tuvieron un par de ocasiones más. Sobre el 75’, le quedó a Élder Figueroa para el empate. En un cobro de falta desde el costado izquierdo, el contención entró solo al área chica, a donde remató a placer, pero la quiso colocar demasiadocon el movimiento de cuello y el balón abrió.
Otra ocasión desperdiciada para un equipo que llega muy poco para darse esos lujos de errar las claras. La intensidad fue fuerte en el segundo tiempo, pero se le fueron acabando las fuerzas y las esperanzas al Chalatenango y, a la contra, Jackson pudo haber desequilibrado en un par de ocasiones para liquidar.
En una, sobre el 77’, dejó a un rival y dentro del área salvó Messías al pararse bien para evitar el mano a mano. El Chalate siguió insistiendo, pero dejó espacios abiertos atrás. Y al 88’, esto lo aprovechó De Oliveira para sentenciar el juego al cruzar al meta Valladares y poner el 2-0.