SAN SALVADOR. Cara de pocos amigos, iracundo, respetuoso con los medios pero sin ocultar su molestia: William Renderos Iraheta, DT del UES, salió del partido con una rabia incontenible, sin dar declaraciones, después del empate sin goles y la pobre exhición de sus dirigidos, que no concretaron el leve dominio que ejercieron sobre Marte.
Fue un 0-0 amargo, amarguísimo para la UES, que sigue en los puestos sotaneros con apenas cinco unidades en seis fechas. A los bombarderos el punto de visita les sirve un poco más, porque arribaron a ocho unidades; aunque es su segundo empate al hilo y no ganan desde el 9 de agosto, en aquel 2-0 sobre Chalate.
Lo más doloroso para los pumas fue que pudieron llevarse los tres puntos, pero desperdiciaron una pena máxima. Al 30’, Moscoso se atrevió por izquierda e intentó un centro que cortó con la mano Mauricio Chavarría dentro del área, y el referí German Martínez decretó el penalti.
Elman Rivas llegó al cobro un minuto después, pero su intento lo adivinó el meta Dennis Salinas. Fue el primer penalti atajado del torneo.
Antes de esa acción, el juego era un concierto de nervios y dientes apretados en la media, con Marte apostando a los balones largos para la fortaleza de Léster Blanco, y los escarlata con lo mismo hacia el colombiano Ceballos arriba.
En medio, el pequeñín “Inter” Sánchez intentaba frotar la lámpara para inventar alguna genialidad que relanzara el ataque bombardero, pero no tenía mayor acompañamiento y terminaba naufragando en las marcas pumas.
Poco despliegue
Aparte del penalti, no hubo ninguna acción clara en el primer tiempo, salvo algunos disparos, tiros libres y cabezazos, todos desviados o conjurados sin apuros por los arqueros.
Los pumas salieron con más garra ofensiva para el complemento, y metieron en apuros a la zaga marciana, que casi pifia para gol al 53’.
También respondía Marte, con un cabezazo de Blanco al 59’, arriba; y sobre todo con una jugada individual del juvenil Jeffrey López al 64’, quien se sacó a dos rivales antes de sacar un zapatazo dentro del área que exigió los reflejos de Batres, que lanzó el esférico al córner.
Para el 65’, respondió la UES con un trallazo de William Mancía, en un contragolpe veloz por derecha, pero el balón repitió la necedad de irse alto, en lugar de buscar el corazón de los tres palos.
Llegaron entonces una serie de cambios por parte de ambos técnicos, lo que descompuso un poco el trámite del juego y no sirvió para cambiar la historia del encuentro. No era un partido malo o aburrido, pero tampoco trepidante ni con jugadas claras.
Lo intentó de nuevo Blanco al 71’ con otro de sus conocidos testarazos, otra vez muy alto; y José Amaya casi convierte al 76’, cayéndose y con un derechazo, en un balonzo que pasó cerca del poste derecho de Batres.
En los últimos intentos por matar el 0-0, ambos equipos tuvieron una medianamente clara: Aparicio probó de lejos al 83’, y lo mismo hizo “Inter” Sánchez con un derechazo colocado, en comba, al 89’. En ambos casos, desviados.
Preocupación en el Alma Máter. Si bien tenía a dos jugadores sancionados por expulsión (Renderos y Benítez), quedó la sensación de una oportunidad desperdiciada. A la altura de la fecha seis, las alarmas se disparan.