Era un duelo directo por el boleto a semifinales entre Juventud Independiente y FAS. El que ganara, avanzaba, y el otro correría a averiguar el resultado en San Miguel, porque pese a caer podría seguir con vida.
La afición respondió y, entre los locales y los de FAS, se toparon las gradas para un espectáculo que resultó más pobre de lo esperado.
Pobre porque los dos cuadros se anulaban mutuamente.
Era un partido de muchos nervios, muchas imprecisiones y faltas.
En el medio campo se juntaban y chocaban seis volantes de Juventud y cinco de FAS, y la única ventana de posibilidad para cruzar al campo rival era por las bandas.
Pero ahí los duelos no marcaron diferencia. Lo perdió Ronald Pimentel frente a Juan Carlos Moscoso, pero el segundo, el de FAS, poco aportó en ataque.
Lo ganó -apenas- Juan Carlos Portillo, el de Juventud, al “Polaco”, Marroquín, pero muy pocas veces ganó línea de fondo o llegó a generar peligro real.
Es que el partido se volvió predecible, sin nadie que tomara las riendas y fuera lo suficientemente desequilibrante para quitarse una marca y probar al arco, o visionario para poner un buen balón filtrado.
Ni de un lado ni del otro podían pasar a las defensas, y, cuando lo lograban, llegó el juego fuerte de Óscar Jiménez o Roberto Domínguez, en Juventud; o de Christiam Álvarez y Carlos Carrillo, en FAS.
El partido pudo cambiar radicalmente en una acción de Giraldo, al 13?, cuando agredió a un rival sin balón; pero solo le mostró la amarilla.
Las jugadas de peligro eran escasas,y, para colmo, no las sabían aprovechar. Un balón rebotado le quedó a Álvarez, pero lo ‘rebanó’ dentro del área. Y en la contra, Portillo entró en solitario por izquierda al área tigrilla, pero se paró en la pelota.
Lo más claro del primer tiempo fue un tiro libre que ejecutó Dustin Corea, y que se fue desviado por muy poco.
El partido era de nervios, y hasta las bancas aplaudieron el gol que Águila le anotara a Alianza (en San Miguel) porque eso clasificaba a FAS y le daba un partido más (desempate) a Juventud.
El complemento
Para la segunda mitad, poco cambió en cuanto a volumen de fútbol, pero Juventud por fin tocó a puerta, y estuvo muy cerca de ponerse al frente en el marcador.
Fue en un tiro de esquina, sobre el 55?, cuando Díaz le ganó a todos y Contreras, con muchos problemas, salvó el cabezazo sobre la línea.
Poco después, en una contra, el FAS pidió penal, pero el réferi no se lo concedió pese a que Marshall bajó dentro del área a Jonathan Águila, quien recortó su marca con un amague de centro.
El tiempo seguía pasando y hasta lo perdía FAS. El réferi Cornejo le llamó la atención al meta Luis Contreras, que se tardaba en despejar con 21 minutos aún por jugarse.
El cero a cero parecía cantado y a FAS le convenía más, porque con los resultados, se estaba clasificando. La Juve, en cambio, jugaría un partido por el desempate (ante Alianza, si empataba en San Miguel al final de los 90) con ese resultado, pero un gol de Alianza lo dejaba fuera.
Por eso, lucía más desesperado en la medida que pasaban los minutos, pero no sabía cómo abrir al FAS, que cada vez se iba cerrando más.
Sin embargo, desde el 80?, el FAS acorraló a su rival, y lo terminó pagando caro porque a la contra Luis Perla encontró el espacio para ponerle un balón filtrado a David Rugamas.
No había tenido ni una ocasión el goleador salvadoreño del campeonato, y lo encontró en las postrimerías del encuentro al definir con toque suave, pero preciso, ante la salida de Luis Contreras.
Faltaban cinco minutos y la afición estalló en júbilo, y por fin se metían para apoyar, para gritar con todo.
Juve, a semifinales, mientras que el otro clasificado se definirá en partido de desempate, posiblemente el miércoles, entre Alianza y FAS, a las 7 de la noche.