El técnico Rubén Alonso vive el día a día con Alianza. Tomó un equipo que estaba al borde del caos y lo ha levantado con su motivación. Aunque la clasificación directa a semifinales se escapó en el Barraza, tras el empate 1-1 contra Águila, dice estar agradecido por una oportunidad más ante FAS, el miércoles.
Mientras dirigía en la última jornada, confesó que no quiso preguntar cómo iba el partido Juventud-FAS.
“Lo viví intenso pero estaba tranquilo, ni preguntaba cómo iban los rivales. Estaba concentrado en mi juego y fue hasta el final cuando supe que íbamos a repechaje”, mencionó.
Una de sus frases fue que si habían dejado a un grande (Águila), podían dejar a otro (FAS). Explicó que nunca vio de menos a los tigrillos.
“No le falto respeto a FAS al decir que quiero dejar a otro grande, pero mi deseo es llegar hasta el 24 de mayo. Soy optimista y tengo convicción que el equipo viene en alza. Con FAS es un clásico y una final adelantada. Sé que ninguna de las dos aficiones querrá aceptar la derrota pero espero que disfrutemos de un buen partido y no haya problemas”, agregó.
Entiende que si FAS está invicto este torneo en el Cuscatlán hay motivación en el rival, pero sabe que su equipo lo vivirá con intensidad.
“Sé bien que los partidos que han hecho han sido positivos en el Cuscatlán, les puede servir de motivación , pero nosotros somos positivos. Estamos con un sueño y no queremos que termine. Nos ha costado mucho llegar hasta acá, no teníamos margen para equivocarnos pero si perdía en San Miguel no hablaría nadie conmigo ahora. Quiero seguir vivo y no irme de vacaciones”, reflexionó.
El premio para quien gane es Metapán. Alonso sabe que ese rival será incómodo para cualquiera en semifinales.
“Trato de meterle al jugador que está en un equipo grande, tal vez en los últimos años los grandes no han estado al nivel y Metapán es el que arrasa los torneos, pero no puedo mirarlo de otra forma porque no estoy clasificado todavía. Ese futuro no existe y el presente se llama FAS, que es el equipo que está en mi camino. Este lunes le dije a los jugadores que espero verlos entrenar el jueves por la mañana, les tengo confianza que si pasamos esta eliminatoria, seremos candidatos serios al título”.
Las lesiones en su equipo ha sido el pan diario en las últimas semanas. Rubén reconoce que tiene un hospital, pero no llora por los que pueden faltar. Le da valor al jugador que está disponible.
“Tengo la misma preocupación cuando se lesiona algún jugador pero tampoco eso me quita el sueño si no están. Soy de las personas que viven de forma intensa el momento y el que está al 100% es el mejor para mí, si me pongo a lamentar pierdo mi objetivo. Rudy no estará por cinco tarjetas pero no lo lamento, Fito Zelaya y Adán Reyes no están recuperados a pocas horas del partido pero tampoco lloro por eso”, señaló.
En cuanto a su futuro, opinó: “Mi contrato termina hasta donde lleguemos, puede ser hasta el miércoles, aunque yo me veo dirigiendo hasta la final. No pienso en el contrato, solo que disfruto dirigir al equipo al que quise venir hace tiempo”, dijo el ex ariete.