Goles fantasmas

El fútbol salvadoreño y su extraña manera de nombrar al campeón goleador

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Héctor Ramos le tiene la medida al Santa Tecla. Ha marcado seis goles.

/ Foto Por EDH / Archivo

Por Claudio Martínez | Twitter: @martinezchino

2015-05-12 10:01:00

Hay un hecho que siempre me llamó la atención del fútbol salvadoreño y es la manera en que se premia al goleador del torneo. Salvo en México, de donde supongo que lo copiaron, no lo he visto en otro lado. Puede que haya más lugares, pero no los encontré. La Primera División de El Salvador entrega, en solemne acto antes de la final, el premio al máximo romperredes del torneo. Para eso -inexplicablemente para mí- sólo toma en cuenta los goles anotados en la fase regular. Es decir, no aplican los goles en las semifinales y la final, paradójicamente los más valiosos y los que acaban definiendo un título.

¿A qué se debe eso? ¿Cuál es la razón? Intenté buscar explicaciones, pregunté a colegas y aficionados y la respuesta fue que “solo se tienen en cuenta las 18 fechas porque ahí juegan todos y nadie tiene ventaja por sobre el resto. Es lo más justo”. No me pareció un argumento sólido, porque en todo caso no todos los jugadores juegan todas las fechas, por lo cual algunos tienen más oportunidades de anotar goles que otros. De ser así, en busca de esa justicia divina, la lista de goleadores se debería de hacer no por cantidad de goles sino por promedio de goles por partido. Uno que anota 15 goles en 18 jornadas debería de estar debajo que uno que hace 14 en 15 fechas.

Y aún así sería injusto. Porque encontraremos delanteros que juegan 90 minutos y otros que entran en los últimos 15, por lo tanto para ser justos la tabla de goleadores debería hacerse por promedio de goles por minuto. Obviamente que nadie lo hace.

¿Cómo es el resto del mundo? En el caso de las ligas de Europa no hay conflicto porque juegan todos contra todos. ¿Pero qué pasa en un Mundial? Si aplicáramos el método de la LMF en Brasil 2014 nos llevaríamos una sorpresa. Habría que ir a quitarle el trofeo de máximo anotador a James Rodríguez porque en la fase regular solo anotó 3 (los otros 3 fueron en octavos y cuartos) y dárselo a Neymar, Messi y Muller, que anotaron 4. En el Mundial 1978, por ejemplo, el máximo anotador fue Mario Kempes, que en la fase regular no hizo tan solo un gol…  

¿Qué pasa en la Champions League? Lo mismo que en los Mundiales. En esta edición, sin ir más lejos, el premio debió haber sido -según ese criterio- para el brasileño Luiz Adriano, del Shakhtar Donetsk, que hizo 9 en la fase de grupos (5 de ellos al Bate Borisov en un mismo juego). Sin embargo, Messi, Cristiano y Neymar, con goles en las fase de choques directos, lo igualaron o superaron. Nadie dice que los goles de Messi ante el Bayern o el de Cristiano en Turín, ambos en semifinales, tienen que valer más a la hora de confeccionar la tabla, pero tampoco es cuestión de ignorarlos. Por eso para la UEFA todos cuentan… Igual que en la Copa Libertadores, la Concachampions, etc…

Pues en El Salvador no… Un delantero puede hacer cuatro goles en las semifinales, tres en la final, ser el jugador que más goles anotó en el torneo y aún así no será proclamado “campeón goleador”. Probablemente eso no ocurra en este Clausura, ya que la diferencia de Héctor Ramos -máximo artillero de la fase regular y anotador también en la primera semifinal- sobre el resto es muy grande y difícilmente cambie la ecuación. ¿Pero dónde se computan los dos goles de Irvin Herrera en las semifinales? En su registro personal sí, pero no van a ninguna tabla.

Ya que están modificando cosas en la Primera División, revisemos este pequeño detalle. El fútbol de aquí no será ni mejor ni peor porque se haga. Pero eso sí, al menos estaremos un poco más en sintonía con el resto del primer mundo futbolístico.