Poder femenino en dos ruedas

En El Salvador, las mujeres se han sumado, en los últimos años, al uso de las motocicletas. Cada día, son más las chicas que utilizan este medio de transporte desde diversión, hasta el uso laboral

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Las féminas Ada Daboub (izq.), Martha Nolasco y Dalia Flores son expertas en andar en motocicleta. Son salvadoreñas amantes de la adrenalina.

/ Foto Por Speed / Douglas Urquilla

Por Varinia Escalante / Twitter: @VSkalanT

2015-05-13 5:58:00

Todo cambia en la vida. Y al lado de la evolución de las motocicletas, aquello de que eran “exclusivas” para hombres quedó atrás. Muy atrás. Ahora en día, las mujeres también forman parte activa del mundo de las “dos ruedas”, y las salvadoreñas han invadido poco a poco los espacios de las calles nacionales con ellas. Las motos han crecido en número cada día más en el rubro de ser manejadas, en sus distintos modelos, por el sexo femenino.

Hay muchas historias de mujeres que día con día se suman a aprender a guiar este medio de transporte, a adquirirlo, a animarse a ser una más en la calle y a ser “independientes”. Como una invasión que ha llegado a San Salvador en el último tiempo y está “pegando”.

Amigas, vecinas, compañeras de trabajo o de estudios universitarios, familiares o alguna conocida tienen moto en El Salvador. Ya casi nadie está lejos de que una mujer a su alrededor posea una o esté pensando en comprarla. Es una necesidad más que una moda.

De ocio, caídas, piropos y trabajo

En la actualidad, en El Salvador, hay muchas mujeres que se observan por las calles metropolitanas manejando motos. Todas utilizan casco, pero la diferencia de muchas está en el resto de artículos con los que viaja. Algunas andan tacones, otras botines, varias zapatillas… y la mayoría carga bolsos o carteras, pocas portan mochilas. En lo que sí coinciden, es en que no saben colocarse chumpas o jackets. “Es mejor sentir el viento”, cuenta Dalia Flores, una entrevistada y quien tiene “dos años de andar en una scooter Magic 90 AHM”. También Gaby Córdoba, quien posee una Scooter Sanlg, afirma que “el espíritu de libertad que da es único” e influye mucho para poseer una.

Al igual que ella, en un grupo de seis chicas consultadas, las motocicletas tipo scooter son las que prefieren. “Al menos, para empezar, porque yo ya quiero otra más grande”, responde con entusiasmo Ada Daboub, quien anda en una scooter marca Suzuki negra, también desde hace dos años, y cada día se anima más ya que su novio es piloto de motocross.

Al igual que Daboub, Martha Nolasco, cosmetóloga de profesión, se sincera en que en un futuro cercano espera cambiar su Suzuki AX100, la cual tiene desde hace un año, por un modelo superior. Esto incluso sabiendo que su moto ya es más grande que la del promedio.

Las historias también son variadas para estas salvadoreñas. Ada y Dalia coinciden en que “las ‘cuentiada’ son ‘matadas’ de la risa”, dice la primera. “Son buenas”, añade la segunda y complementa: “Dicen cosas en los semáforos o desde otros carros, piropos, pero también hay mujeres que nos levantan el pulgar y nos dicen: ‘Qué bien’, así nos dan su aprobación”.

Entre las razones por las que estas mujeres optaron por una moto más que un automóvil, están “porque sale más barato, con un galón de gasolina ando una semana”, detalla Dalia.

“Por no andar apretada en el microbús. Uno llega más rápido al lugar de trabajo, casa y para todo se hace más fácil, la verdad”, sostiene Martha.

En eso coincide Brendy Pimentel, piloto desde hace un año y medio de una Swindon motor Honda: “Por el tráfico que hay en San Salvador, es mejor andar en moto que en bus, por los asaltos también. Y da más independencia, es bonito que una mujer se supere”.

En este punto, las féminas concordaron en que la mayor parte de ocasiones andan solas, pero de vez en cuando llevan a los hijos o algún familiar. Además, el uso más claro que le dan es para ir a trabajar o a estudiar, y de vez en cuando a pasear, pero en distancias cortas. De lo que nadie se ha salvado es de los accidentes. Pero han solo han sufrido raspones y sin gravedad.

Llamado a que se sumen más

Las entrevistadas, cuyas edades oscilaron entre 25 y 35 años, señalaron que en el país todavía existe el “machismo” en torneo al tema de las motocicletas con las mujeres. Pero ellas aconsejan a otras chicas a que se animen a andar en ese medio de transporte y que no le tengan miedo a nada. Cuentan que, en sus casos personales, las adquirieron sin mucho pensarlo, “de una idea de un par de días se hizo realidad”, como dice Daboub, y aprendieron “entre 10 minutos a un mes”.

“Lo recomiendo totalmente, por qué no. El hecho de que seamos mujeres no significa que no vamos a superarnos o ver más allá, de ser mujer sumisa, no. Cada día, estamos siendo más las mujeres en moto y no tenemos problemas”, menciona Córdoba.

También Angie Cardona, que anda en una scooter Yamaha, comenta: “Nosotras las mujeres podemos demostrar que tenemos la capacidad para andar en moto y para muchas otras cosas. Así que aconsejaría que a las mujeres que anden en moto y que sí aprendan bien a andar en ella y que se cuiden”.

De forma más profesional, Oswaldo Martínez, presidente de la Federación Salvadoreña de Motovelocidad, asegura que así como las salvadoreñas se han incentivado a andar en “scooter o vespa, que también se sumen a este deporte”. “Como cualquier otro deporte, estamos abiertos a que se sumen más señoritas, que no solo es para hombres. La gente lo tiende a ver como deporte extremo, y podría catalogarse de esta manera, pero por eso se hace de forma, modo, lugar y protección adecuada, y motivarlas a que vengan”, dijo.

Empresas de motocicletas aceptan que “ha existido un crecimiento real en la adquisición de motocicletas por las mujeres en los últimos años y va para más”, como explica Enrique Herrera, jefe de ventas de Honda. Detalla que las mujeres prefieren “las scooters Activa-I en color morado y beige”.

“Sí, hay mucha demanda a la compra por parte de las mujeres en varios modelos. La mayoría prefiere la amarilla o la ocre”, puntualiza Luis Vilanova, asesor de ventas de Suzuki.

Sin duda, un mundo real de las motocicletas, donde las mujeres seguirán en ascenso en el protagonismo sobre dos las ruedas en el país.


En números

1,500

Dólares, el promedio de los preciso de las motocicletas en el país. Los costos dependen de si se tratan de motos entre scooters, 125 cc o 150 cc, como los más comunes para mujeres.


Cruz, la pasión por las ruedas

En el deporte, también hay atletas que les gustan las motocicletas. Un ejemplo lo da la nacional Karen Cruz, quien practica el ciclismo y también posee una moto. Sin embargo, la pedalista es sincera en que le gusta no por relacionarse con la “bici” precisamente, sino por las sensaciones que le generan el andar sobre ella. “Me gusta mucho la adrenalina y desde muy pequeña me gustan más las motos ya que tenía un tío que nos paseaba en una moto deportiva, cuando apenas tenía cinco años”, rememora. Karen cuenta que tiene cinco años de manejar moto y, actualmente, anda en un modelo más avanzado para las mujeres: “Es una Ninja Kawasaki 250. Es roja, mi color favorito”, complementa. Sin duda, el amor por las ruedas está en sus venas.